Segmentación del mercado de recargas
Una vez delimitado el alcance del mercado, es posible segmentarlo en diferentes dimensiones.
Respecto al gasto mensual, los usuarios de contrato muestran mayores niveles que aquellos con planes de prepago, aunque se ha observado una caída generalizada del ARPU (gasto promedio mensual) en los últimos años. Esta disminución se atribuye principalmente a la reducción de precios observada por la caída en las tarifas de interconexión, las nuevas opciones de comunicación por la vía de planes de datos sin incurrir en un costo adicional y los servicios de valor agregado.
En cuanto al nivel de gasto, casi una tercera parte gasta menos de $100, una tercera parte gasta entre $101 y $200; 16% gasta entre $201-300 y sólo 7% gasta más de $500 al mes. De esta forma, 8 de cada 10 usuarios destinan menos de $300 al mes en servicios móviles.
Esta situación puede explicarse en parte por el mayor poder adquisitivo y preferencia por las nuevas tecnologías entre los denominados “adultos contemporáneos” en el rango de 31 a 50 años, que revelan mayor predisposición por planes de contrato, mientras que la restricción presupuestaria de jóvenes entre 16 y 20 años los hace más propensos a buscar planes de prepago.
Al segmentar por nivel socioeconómico (NSE), destaca la proclividad a planes de contrato aumenta consistentemente con el nivel socioeconómico. De esta forma, casi la mitad de los usuarios de NSE A/B tienen un contrato mientras que 86% de los consumidores de NSE D/E tienen su línea en prepago.
Por genero, los hombres muestran mayor predisposición a planes de contrato que las mujeres; 27% de ellos cuentan con este esquema, mientras que solo 19% de ellas lo tienen. También es manifiesto que grupos de edad más avanzada tienden a contar con contratos en mayor proporción. Esta regla encuentra su punto de inflexión a la edad de 50 años, revirtiéndose la tendencia.
Segmentación del mercado de recargas
Una vez explicadas la segmentación entre los usuarios, la información primaria acerca de principales hábitos de consumo en términos del monto de la recarga muestra que casi la mitad recargan $50 pesos o menos; 8 de cada 10 van por $101 o más, situación que muestra que los usuarios cargan su saldo en base a sus necesidades de consumo.
De hecho, sólo 1 de cada 100 realiza recargas por encima de $300, ya que estos elevados niveles de consumo corresponden según la racionalidad económica más bien a planes de contrato con renta mensual, no tanto a esquemas de prepago, que muestran por lo general un gasto considerablemente menor.
En cuanto a la frecuencia de las recargas, una tercera parte de los usuarios las realiza al menos una vez a la semana, otra tercera parte tarda entre 2 y 3 semanas; el resto tarda 1 mes o más en recargar su saldo.
Entre los medios de recarga predilectos, es posible determinar que la recarga electrónica es el más utilizado, representando a la mitad de los usuarios, seguido de las fichas o tarjetas prepagadas, utilizadas por 40% de los usuarios mientras que el cajero automático apenas comienza a cobrar fuerza, ya que solamente 5% de los usuarios lo utilizan para este fin.
De esta forma, las telecomunicaciones móviles ofrecen cada vez un mayor rango de servicios para ajustarse a las necesidades de cada consumidor, brindando cada vez mayor acceso a la población mexicana.