Por José Antonio Chávez
La postura de Andrés Manuel López Obrador que de llegar a la Presidencia de México, cancelara el Nuevo Aeropuerto de la CDMX, sigue siendo una preocupación mayúscula para el empresariado.
Desde luego que no solo es el temor que genera a los inversionistas que se vieron beneficiados con los contratos, ya sea bien o mal, sino la imagen como país se desmoronaría.
El presidente del Senado, Ernesto Cordero fue más que claro que si eso ocurriera, no solo se ahuyentarían las inversiones sino que se irían del país, una crisis que se desataría con afectaciones severas.
El Nuevo Aeropuerto no es una obra menor que se pueda cancelar con un simple plumazo, no. Es una magna obra que lleva avances de dos años de construcción y una millonada de dinero gastado.
Se estima una inversión superior a los 150 mil millones de dólares y convertirse en el segundo más importante del mundo.
Federico Patiño, director general de grupo Aeroportuario de la CDMX, hace días hizo una exposición a un grupo de senadores encabezados por Emilio Gamboa, ahí estaban de Morena, la quintanarroense, Luz María Beristaín, entre otros del PRD y Verde Ecologista.
Es una obra que se edifica en 743 mil metros cuadrados y generara unos 450 mil empleos, asimismo tendrá una movilización superior a los 120 millones de pasajeros.
Patiño también salió a advertir que si se cancelara esa obra, simplemente se estarían perdiendo unos 120 mil millones de dólares y 70 mil empleos en este año que están previstos en esta construcción.
López Obrador sabe que esas declaraciones inquietan al empresariado y, sobre todo a Los Pinos, pero también en su equipo están conscientes que le puede restar puntos por los negativos que genera, es decir en el 2006 las frases de “cállate chachalaca” en alusión al Presidente Vicente Fox, no gustaron y los efectos se reflejaron en las siguientes dos semanas.
Esa preocupación de echar atrás el Nuevo Aeropuerto, se suma al perdón o amnistía que ofreció a la delincuencia organizada bajo el argumento de conseguir la paz y tranquilidad en el país.
López Obrador está generando una mayúscula preocupación, pues para nadie es secreto que sigue como puntero, aunque las campañas van comenzando. José Antonio Mead del PRI quiere levantar y Ricardo Anaya del PAN-PRD, se conserva en la segunda posición.
Son mil 750 empresas las que se involucraron en esta obra, además de las pérdidas y demandas por contratos incumplidos, le costaría al país un deterioro de imagen, se perdería la confianza y hablaríamos de un sexenio sin inversión y la fuga de capitales.
Con este escenario, basta no perder de vista hacia donde se mueven las aguas y, porque no estar bajo lupa las frases de López Obrador, pues abrir la boca le puede costar caro como ocurrió en el 2006.
PERFILA MORENA VENTAJA DE SENADORAS. En el PRI y en el PAN con PRD sus gobernadores suman 16 y 15 de 32 estados bajo su mando, se juegan las fórmulas al Senado que serán significantes, amén de los 300 Distritos para la Cámara de Diputados.
Bueno, vamos a ver que cuentan entregan y cuantas fórmulas logran ganar, porque parece que Morena lleva mano en Quintana Roo que gobierna Carlos Joaquín del PAN-PRD, con Marybel Villegas, en Veracruz del panista Miguel Anel Yunes, aventaja también Rocio Nahlé y Oaxaca, del priista, Alejandro Murat, también puntea Susana Harp Helú. Son tres estados que sumarían las primeras seis escaños.
Los gobernadores de esas entidades no la tienen nada fácil, pues las cifras son preocupantes porque también hay arrastre en automático de los Distritos de esas entidades. A ver al final que gobernadores hicieron su chamba y quienes reprobaron.
ARMANDO RIOS PITER arrancó la advertencia que hizo cuando le negaron el registro en el INE de Lorenzo Córdova. Acusó, en esa fecha que atrás estaba la mano negra que buscaban descarrilarlos y que esos intereses atendían al ex Presidente Felipe Calderón para dejar libre el paso a su esposa Margarita Zavala. Es una clara enlodada al proceso, pues si fueran parejos, no habría independientes, porque todos incurrieron con firmas chocolatas.
Bueno, ayer presentó la primera denuncia contra el director de prerrogativas del INE, Patricio Bayardo por haber mostrado un inusitado activismo mediático, en su contra y de los ciudadanos que lo apoyaron, activismo que califico como ajeno a su papel de organizadores imparciales del proceso electoral, asumiendo el papel de actores centrales e infalibles.
Bueno, para nadie es secreto que nadie cree que el INE sea autónomo, es totalmente dependiente de los partidos políticos pues basta ver su propia selección en San Lázaro, que lleva a una repartición de esas posiciones, vaya dos para cada fuerza política o hasta tres. Así, como pues don “Jagüar”.