Pese a los esfuerzos gubernamentales realizados en los últimos años, persisten actividades ilícitas que derivan en crímenes financieros, en los cuales se ubica el lavado de dinero y que guardan una alta complejidad para su rastreo, prevención y sanción.
Dentro de los orígenes delincuenciales de estas actividades se ubican el narcotráfico, crimen organizado, corrupción, trata de personas, tráfico de animales o especies y hasta la pornografía infantil. Así lo dio a conocer SAS, empresa pionera en analítica avanzada de datos e Inteligencia Artificial (IA).
A decir de Yuri Rueda, Domain Expert de Fraude para SAS LATAM, si bien actualmente se implementan modelos analíticos que incluyen el monitoreo transaccional para realizar análisis de transferencias de fondos entre cuentas, análisis del origen del dinero y rastreo de actividades ilícitas que promueven el lavado de dinero, es necesario reforzar una serie de acciones desde instituciones públicas y de la iniciativa privada, como las instituciones financieras, que pueden ser aplicadas con base en la tecnología.
Y aunque pareciera un camino complejo generar un rastreo efectivo de la ruta del dinero ilícito, la inteligencia artificial y el análisis de datos han brindado indicios que permiten identificar procedencia, traslado y destino de los fondos, así como los cuentahabientes, zonas geográficas en que se llevan a cabo las transacciones e instituciones involucradas.
Los ilícitos ubicados por SAS como principales fuentes de lavado de dinero son considerados como de alta relevancia e impacto. Tan solo un artículo de la revista Science de septiembre del año pasado, determinó que el crimen organizado es el quinto empleador más grande del país, por encima de empresas transnacionales, ya que alrededor de 175 mil mexicanos forman parte de organizaciones delictivas, entre las que se encuentran los cárteles del narcotráfico.
A su vez, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ubicó que en el periodo de noviembre-diciembre de 2023, 83.1% de la población consideró como frecuentes los actos de corrupción, ya que de la población que realizó trámites, pagos, solicitudes de servicios, o tuvo contacto con algún servidor público, el 14% experimentó actos de corrupción. Adicionalmente, a nivel nacional, el mismo año se identificó que los costos de la corrupción pueden alcanzar hasta $11 mil 910.6 millones de pesos, equivalente a $3 mil 368 pesos por persona en promedio.
Otra de las actividades preferidas por los delincuentes para generar actos de lavado de dinero es el envío y recepción de remesas. Y es que, un informe de agosto del año pasado de la ONG Signos Vitales, reveló que alrededor de 4 mil 400 millones de dólares (7.6% de las remesas enviadas de Estados Unidos a México en 2022), podrían proceder del crimen organizado. A su vez, el Banco de México, registró que los migrantes mexicanos enviaron alrededor de 63 mil 313 millones de dólares al país durante 2023.
Aquí es donde cobra importancia rastrear el origen del dinero para determinar si su procedencia genera alguna alarma o sospecha. Y ante ello se han desarrollado soluciones tecnológicas que integran tecnología de punta para simplificar y hacer más eficiente el análisis.
De acuerdo con Yuri Rueda, “el monitoreo que implementa la analítica es totalmente distinto al monitoreo transaccional tradicional que se hace dentro de las instituciones. Si bien ya se realizaba con diferentes soluciones o herramientas internas con las que se cuenta, lo que se está buscando es realmente detectar en tiempo real el envío del dinero y que este dinero no entre a la parte financiera de las diferentes instituciones o diferentes países”.
El especialista en temas de fraude destaca que, con esta finalidad, SAS, en colaboración con la compañía NETERIUM, han desarrollado una aplicación, cuyo objetivo es ayudar a robustecer los análisis y monitoreo en tiempo real en temas de sanciones para transacciones y nombres contra del lavado de dinero.
Y si bien, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) el lavado de dinero está conformado por tres pasos:
- Colocación: cuando el lavador introduce las ganancias ilícitas en el sistema financiero, como los depósitos bancarios en efectivo.
- Estratificación: cuando se envía el dinero a través de diversas transacciones financieras para cambiar su forma y dificultar su rastreo, por ejemplo, a través de transferencias bancarias.
- Integración: reinserción de los fondos ilegales en la economía, aparecen como legítimos y ya pueden ser reutilizados.
El especialista de SAS ubica al menos cinco tendencias de las organizaciones financiera estarán adoptando en el corto y mediano plazo para combatir el ilícito:
1) Modernización de soluciones antilavado. Debido a que quienes se dedican al ilícito, emplean herramientas cada vez más sofisticadas para no ser detectados; es necesario reemplazar las soluciones antilavado que pueden resultar obsoletas. Acercarse a expertos con experiencia en la creación e implementación de soluciones personalizadas supone una ventaja competitiva para las instituciones financieras.
2) Vista de 360° del cliente. Conocer a profundidad a los clientes y proteger sus datos que pueden ser vulnerables al ser integrados en los sistemas digitales. El análisis de información disponible permitirá correlacionar la información para tener una perspectiva del comportamiento tanto física como digitalmente y así identificar inconsistencias.
3) IA y machine learning. Junto con la analítica, ambas herramientas facilitan la detección del lavado de dinero. Al analizar las transacciones de manera continua, integran información distribuida por distintos silos y robustecen las reglas y alertas generadas por los sistemas AML.
4) Transformación digital. La pandemia aceleró la transformación digital en el sector financiero, por lo que realizar transacciones en línea se convirtió en algo muy común,
5) Integración de procesos, personas y tecnologías. Se están creando nuevas unidades dentro de las unidades de lavado de dinero existentes en las que se integran procesos, tecnología y personas. Así, se espera tener una operación única que contribuya a reducir las tasas de falsos positivos, elevar la asertividad de casos de lavado de dinero y automatizar la detección.
“Es necesario que la tecnología implementada en las acciones antilavado contemple la detección temprana y precisa, analicen redes y relaciones, y que cuenten con la posibilidad de automatización de procesos, así como adaptabilidad y flexibilidad en la mejora del cumplimiento normativo. Todo con una visión holística y posibilidades de análisis multicanal que brinden soporte en investigaciones y contra la lucha global hacia el crimen financiero”, afirma Yuri Rueda
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