Los precios del oro se estabilizaron tras una caída en la sesión anterior.
El metal precioso se benefició del retroceso del dólar estadounidense desde su máximo de dos años y de la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU., que habían alcanzado sus niveles más altos en más de un año.
Los inversores están atentos a los próximos indicadores económicos, en particular al informe del índice de precios al productor (PPI) de hoy y a los datos del índice de precios al consumidor (CPI) de mañana. Estos informes ofrecerán información crucial sobre la economía y sobre la dirección de la política de la Reserva Federal para 2025. Los recientes datos sólidos del mercado laboral han llevado a los mercados a anticipar solo un recorte de tasas este año, aunque cualquier señal de un repunte de la inflación podría provocar ajustes cautelosos en las expectativas de política de la Fed, lo que podría afectar al oro.
La perspectiva general para el oro sigue siendo optimista, respaldada por varios factores fundamentales. Las continuas incertidumbres geopolíticas refuerzan el atractivo del oro como activo refugio, mientras que las sostenidas compras por parte de los bancos centrales proporcionan un apoyo adicional al valor del metal precioso. No obstante, posibles desarrollos en las políticas de la administración Trump podrían presentar ciertos riesgos.
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