El jalón de orejas que le hizo la Presidenta Claudia Sheinbaum a la senadora consentida, Andrea Chávez, sobre su campaña en Chihuahua, no fue bien vista por el mandamás de la Cámara Alta, Adán Augusto.
Y no tanto por la prohibición de no hacer actos anticipados de campaña que todo mundo sabía, no, sino porque lo hizo en público. Eso le dolió a Don Adán.
A partir de ese llamado, la senadora Andrea decidió cerrar la ruta de su campaña y estacionar las ambulancias que servían de consultorio médico para llevar atención y medicamentos a los ciudadanos de su natal Chihuahua. Hoy las sirenas y luces rojas se apagaron, y no fue por gusto, simplemente desde Palacio le bajaron el switch.
Desde luego que era un acto descarado con todas las agraviantes electorales, eran actos anticipados de campaña que solo la oposición veía y nadie más, incluyendo el INE de la sonorense, Guadalupe Taddei.
Sin embargo, dicen los que saben que el fondo de ese regaño a la senadora, es una muestra de la ruptura que hay de Palacio con don Adán.
Están confrontados, aunque en visiblemente tratan de mostrarse en unidad, pasa lo mismo con el propio Marcelo Ebrard de Economía, y del líder de los diputados federales, Ricardo Monreal.
La señora Presidenta está confrontada con las corcholatas, obviamente porque le favoreció el dedazo de Don Andrés sin respetar una competencia legal. Ese es el enojo que difícilmente se lo podrán perdonar.
Esa fragmentación viciada d origen, llevó, incluso a los que le hablan al oído a Sheinbaum que podía remover del cargo a Monreal en la Cámara de Diputados, para disponer de un legislador a modo.
Monreal, con su vagancia política, una vez que falleció Ifigenia Martínez no consultó en Palacio para imponer al veracruzano, Sergio Gutiérrez, como presidente de la Cámara de Diputados, cargo que ya había desempeñado en el periodo de Mario Delgado.
Andrea Chávez es una senadora que quiere ser gobernadora de Chihuahua, una entidad que gobierna el PAN con Maru Campos y que, sin duda, ha hecho bien las cosas.
Es un estado con mucho arraigo panista, difícilmente podrían dejar pasar a la izquierda o, al menos a los morenos que abanderan la etiqueta de primero los pobres.
Para nadie es secreto que a Claudia Sheinbaum le llegó un expediente abultado de pruebas, de los altos gastos de campaña pura que hacía Andrea Chávez. Una joven política con un desconocimiento electoral y muchas ganas de coronarse al precio que fuera.
Es la senadora consentida de Don Adán, por eso le dolió que desde Palacio le hayan cerrado el camino y la hayan frenado en su loca carrera por convertirse en la próxima gobernadora.
Sé el primero en comentar