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Oro retrocede ante la fortaleza del dólar

Especial foro tomada de Image Bank
Tiempo de lectura: 2 minutos

Durante la última sesión de mayo de 2025, el precio del oro cayó hasta aproximarse a los $3,270 dólares por onza, reflejando la presión ejercida por un dólar estadounidense más fuerte.

Este movimiento bajista del metal precioso ocurre en un contexto geopolítico marcado por la reactivación de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, impulsadas por nuevas declaraciones del presidente Donald Trump.

Trump acusó a Pekín de violar los términos del acuerdo comercial entre ambas naciones, lo que ha generado una nueva ola de incertidumbre en los mercados internacionales. Aunque esta retórica no es nueva, su impacto inmediato sobre los activos de refugio como el oro fue opacado por el avance del índice del dólar, que subió hasta los 99.60 puntos, encareciendo el metal para los compradores internacionales y reduciendo su atractivo como cobertura.

Por otro lado, la reciente decisión de una corte de apelaciones de EE.UU. de suspender temporalmente la prohibición de los aranceles impuestos por la administración Trump ha añadido una capa adicional de ambigüedad a la política comercial estadounidense. Esta medida genera dudas sobre la dirección futura de las relaciones económicas bilaterales y sobre la estabilidad del comercio global.

En el plano económico, los datos de inflación también influyeron en el desempeño del oro. La inflación subyacente medida por el índice PCE (gasto en consumo personal) mostró un crecimiento interanual del 2.5% en abril, una cifra que, aunque se alineó con las previsiones, se mantuvo por debajo de niveles anteriores. Esta moderación inflacionaria debilitó aún más la demanda por oro como protección contra la pérdida del poder adquisitivo.

La Reserva Federal, por su parte, mantiene una postura cautelosa frente al escenario actual. Varios funcionarios han expresado su preocupación respecto al impacto que la incertidumbre arancelaria podría tener en las decisiones de inversión empresarial, así como en la estabilidad general de la política monetaria. Esta actitud prudente por parte del banco central también ha contribuido a mantener el atractivo del dólar frente al oro.

Además, los inversores están atentos al comportamiento de los mercados emergentes, que suelen verse afectados por cambios en la política monetaria estadounidense y las tensiones geopolíticas globales. Un dólar fuerte puede provocar salidas de capital de estos mercados, afectando también la demanda de materias primas como el oro. Esta dinámica global añade un componente adicional de presión sobre el metal precioso, especialmente en un entorno donde la aversión al riesgo no es suficiente para contrarrestar el fortalecimiento de la moneda estadounidense.

En resumen, el retroceso del oro a finales de mayo responde a una combinación de factores económicos y geopolíticos. El fortalecimiento del dólar, junto con la moderación de la inflación y la renovada tensión entre EE.UU. y China, ha reducido temporalmente el atractivo del oro como activo de refugio. No obstante, el contexto sigue siendo volátil, y los movimientos futuros dependerán en gran medida de la evolución de la política comercial estadounidense y las señales de la Reserva Federal.”

  • Análisis de Antonio Di Giacomo, Analista de Mercados Financieros para LATAM en XS.

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