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México puede ser autosuficiente en producción de algodón

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algodon Planean algodoneros incrementar la superficie de producción hasta las 417 mil hectáreas en tres años.

– La Industria Textil Nacional requiere cada año dos millones de pacas, pero en el mejor de los casos se producen sólo un millón 150 mil.

– Actualmente el país gasta más de 500 millones de dólares en importaciones.

 

México tiene la capacidad para volver a ser un país autosuficiente en producción de algodón a través del Plan Algodonero Nacional, tal y como lo fue hasta la década de los ochenta, aseguró Jorge Antonio Medina, Vice-Presidente del Consejo Nacional de Productores de Algodón (CONAPAAC).

De acuerdo con el dirigente, dicha estrategia contempla el incremento de la superficie de producción de algodón actual de 164 mil a más de 400 mil hectáreas en tres años.

Hoy en día, la demanda de algodón en el país por parte de la Industria Textilera es de alrededor de dos millones de pacas anuales; sin embargo, la producción nacional alcanza solo un millón 150 mil por lo que México tiene que importar la diferencia de los Estados Unidos, lo que significa un gasto aproximado de 500 millones de dólares.

“Nuestro objetivo es incrementar la producción de algodón mexicano, no solo para el consumo interno, sino para generar dinamismo en el campo mexicano ya que es el cultivo de alto impacto social y que genera la mayor cantidad de ingresos para los agricultores”.

En 2014, la producción nacional de algodón generó recursos por más de cinco mil 300 millones de pesos.

El Plan Algodonero Nacional se ha planteado básicamente la reactivación de la producción en los estados siguientes: Baja California Sur 111,000 pacas (nivel máximo registrado en el periodo 1971-72), Campeche 15,000 (1996-97), Chiapas 80,000 pacas (1962-63), Michoacán 116,000 pacas (1971-72), Morelos 7,500 (1977-78), Oaxaca 25,100 pacas (1977-78), y las tres huastecas considerando (Tamaulipas Sur, San Luis Potosí, Veracruz) 106,500 pacas (1994-95), lo cual aumentaría considerablemente la superficie para sembrar algodón y se alcanzaría una producción del orden de aproximadamente un millón 600 mil pacas de 230 kilogramos y en tres años, el objetivo es alcanzar las 417 mil hectáreas potencializando las regiones actuales e incluyendo las nuevas, lo que significará una producción de dos millones 900 mil pacas.

“Si alcanzamos el nivel que nos hemos planteado no solo abasteceremos de manera satisfactoria la demanda interna, sino que estaremos en condiciones de ser un país exportador de algodón”, explicó Jorge Antonio Medina.

Para llevar a cabo el plan, el dirigente de la CONAPAAC indicó que no se requieren subsidios por parte del gobierno federal, sino créditos a tasas preferenciales que les permitan hacer inversiones en necesidades estratégicas; como pueden ser los Almacenes Nacionales de Depósito, en los cuales se guardará y clasificará toda la producción que se generará.

La visión que tiene la CONAPAAC es que toda la cadena se beneficie formando parte del Plan Algodonero Nacional, desde los productores, despepitadores, comerciantes, hasta la industria textil.

Durante las décadas de los sesenta, setenta y principios de los ochenta, México fue autosuficiente en producción de algodón ya que cosechaba un millón de pacas y solo necesitaba 650 mil para la industria textil. A partir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la industria nacional tuvo afectaciones ya que Estados Unidos sacó al mercado su stock y lo envió a nuestro país.

No obstante, la industria algodonera mexicana se ha mantenido competitiva, con inversiones para modernizarse. En 1993 se tenía un rendimiento promedio por hectárea de 4.5 pacas y actualmente la media es de 7 pacas, esto debido en gran medida al uso de semillas genéticamente mejoradas, que utilizan el 96% de los productores mexicanos.

“En aquellos años, los agricultores llegaban a aplicar hasta 13 aplicaciones en fumigaciones y gastaban una gran cantidad de recursos para controlar plagas como la del gusano rosado. Hoy en día, con el uso del algodón genéticamente modificado se hacen en promedio 2 aplicaciones, cuando son necesarias; hemos reducido de manera significativa el uso de agroquímicos y en 30 por ciento el consumo de agua. Los gastos operativos son menores ya que no tenemos que pagar por el servicio completo para fumigar. Ahora somos más eficientes pero necesitamos incrementar nuestras áreas de siembra y nuestra producción para serlo aún más”, detalló.