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El dilema del rescate español

Tiempo de lectura: 3 minutos

crisis espana– España está a punto de pedir un rescate para su sector bancario

– Las condiciones podrían ser menos críticas que en el caso de un préstamo “tradicional”

– Percibimos un riesgo importante de que el rescate no pueda limitarse sólo al sector bancario

 

España está a punto de ceder a la presión por pedir oficialmente un rescate para su sector bancario. El recorte hoy por Fitch de su calificación crediticia, de A a BBB, es una nueva advertencia. Es una carrera contra el reloj porque las dudas sobre la banca amenazan con convertir a la crisis de liquidez en una crisis de solvencia. Los costos de financiamiento se están acercando a niveles insostenibles y la aversión al riesgo amenaza con contagiar a Italia. El gobierno español opuso mucha resistencia ante la idea de pedir un rescate exterior por temor al estigma asociado con los programas de préstamo oficiales. Sobre todo por las condiciones muy estrictas que se exigen a cambio y que tendrán un impacto negativo sobre el crecimiento en el corto plazo.

Los europeos están evaluando las opciones para un rescate light enfocado exclusivamente a los bancos. El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF) y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM, que debería entrar en vigor en julio) no pueden inyectar liquidez directamente en los bancos. Por lo tanto, el EFSF otorgaría el préstamo al gobierno que posteriormente lo transferiría a los bancos en problemas, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Este préstamo ocasionará un aumento de la deuda española en comparación con las proyecciones actuales del gobierno.

Las condiciones serían menos estrictas que en el caso de un préstamo “tradicional”. España pide un trato diferente al de Grecia, de Portugal o de Irlanda porque considera que, en su caso, el origen del aumento de la aversión al riesgo proviene del sector bancario. Las directrices del EFSF señalan que el objetivo de los préstamos para la recapitalización es proveer una ayuda rápida sin necesidad de definir un plan de ajuste completo para el país. Además, la Unión Europea reconoce que España ya cumplió con gran parte de las medidas de austeridad y las reformas acordadas. Por lo tanto, las condiciones se limitarían al sector bancario y podrían incluir, por ejemplo, una mayor supervisión de las entidades por parte de las instituciones europeas y más control del órgano regulador (el FROB) sobre su saneamiento y su reestructura.

El préstamo podría ser acordado antes del final de este mes en cuanto se conozcan los resultados de las auditorías externas. Se espera el primer resultado de las auditorías de Oliver Wyman y Roland Berger dentro de diez a quince días. Asimismo, el FMI divulgará este lunes su informe sobre las necesidades de recapitalización de la banca. Algunas informaciones ya fueron filtradas por la prensa. 

De acuerdo a fuentes citadas por Reuters, el FMI evalúa en unos 90 mil millones de euros la recapitalización de los bancos. La brecha que tendría que cubrir el EFSF sería de 40 mil millones de euros. Es menos que el rango estimado por la mayoría de los analistas, entre 50 y 70 mil millones de euros (4.5%-6.5% del PIB). A nuestro parecer, la credibilidad de las auditorías externas dependerá mucho de los escenarios adversos contemplados.

En nuestra opinión, el principal riesgo es que el rescate al sector bancario no sea suficiente. Por el momento, es difícil considerar otra opción posible dado que el proyecto de unión bancaria tardará probablemente mucho tiempo en concretarse. La alternativa más factible ahora, un préstamo del EFSF para los bancos a través del gobierno, permitirá un alivio temporal de las tensiones en los mercados. Sin embargo, las preocupaciones no se concentran sólo en la banca; también hay muchas dudas sobre el riesgo de una desviación del déficit por parte de las regiones este año. Por lo tanto, nada garantiza que la deuda española se vuelva nuevamente atractiva aunque se recapitalicen los bancos. Es posible que España termine por necesitar de todas formas un plan de ajuste completo.