Baxter suma un caso más a su lista de escándalos de corrupción internacional. Esta vez en Chile, en donde la Fiscalía Nacional Económica (FNE) ha acusado a la farmacéutica que dirige Jaime Alberto Upegui de coludirse con otro laboratorio para acordar quién se adjudicaría una licitación de suero fisiológico de cloruro de sodio, uno de los insumos más utilizados en los centros de salud, mientras el otro presentaría una oferta falsa.
Este acuerdo ilegal, que aparentemente fue orquestado por altos ejecutivos de Baxter, afectó al Centro Nacional de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Cenabast) y al Hospital Regional de Concepción por más de 460 millones de pesos chilenos (poco más de 12 millones de pesos mexicanos). La FNE ha interpuesto un recurso legal en contra de ambas compañías farmacéuticas y solicita una multa 112 millones de pesos chilenos (cerca de 3 millones de pesos mexicanos) a cada una.
Este nuevo incidente enciende un foco rojo más para Baxter y pone en evidencia el escaso apego a su código de ética. A la lista de casos de corrupción internacional se suman el juicio pendiente que tienen en Estados Unidos por prácticas de comercio desleal al retener soluciones intravenosas para crear demanda en el mercado y después incrementar sus precios hasta en un 300 por ciento. Además de la polémica licitación para diálisis peritoneal automatizada (DPA) que le adjudicó la delegación del Instituto del Seguro Social (IMSS) en Puebla y que más tarde el Órgano de Control Interno (OIC) declaró ilegal por los evidentes beneficios hacia Baxter que se encontraron en la convocatoria de la misma.
Al parecer ser las prácticas sombrías de Baxter Internacional están saliendo a la luz una detrás de otra y en distintos puntos de la esfera mundial.