Por José Antonio Chávez
Si alguien sabe cómo se las gastan los testigos protegidos y más en los Estados Unidos, es precisamente el llamado “fiscal de hierro”, Javier Colleo Trejo.
¿Quién es él?, bueno, es el abogado de Emilio Lozoya y lo defiende de las acusaciones en el caso Odebrecht que señalan le dieron dinero a su cliente a cambio de contratos cuando fue director de Pemex.
Javier Trejo logró el mote o apodo del “fiscal de hierro” por su desempeño, nada blandito como subprocurador general de la República en los años 90´s.
Cuántos testigos protegidos se doblaban y cuántos los hacían hablar con acusaciones dirigidas al personaje que buscaban involucrar. Por eso sabe que los testigos son de palo.
Ante ese escenario Coello Trejo no se espanta y menos de las acusaciones que califica endebles, que dicen las autoridades de Estados Unidos que hacen los testigos protegidos de esa empresa Odebrecht.
Reta que le presenten y consignen el expediente de acusaciones para responder una a una de todos esos señalamientos. Es lógico que todas las transferencias y más si son millonarias tiene una ruta, pero en este caso los testigos parece que no tienen memoria.
El tema está creciendo y ayer llegó al Senado de Pablo Escudero, ahí los mandamás del PAN, en San Lázaro, Marko Cortés y el vicecoordinador del PRD, Jesús Zambrano le echaron más leña al fuego.
Le atizaron al gobierno que saque las manos del caso y deje de proteger al implicado, que la PGR de Raúl Cervantes haga su trabajo con un proceso imparcial que les permita conocer el fondo con transparencia. Se suman al escándalo Morena con Rocío Nahle y senadores del PT de Manuel Bartlett.
Es una reacción natural en el plano político, pues es bandera con oxigeno puro para reclamarle al Presidente Peña Nieto sobre los actos de corrupción.
Pero para el fiscal de hierro, le puedo adelantar que estos señalamientos no le quitan el sueño, está muy curtido y sabe que será un proceso largo y tedioso pero sin contenido que implique a su defendido. Algo así como que más sabe el diablo por fiscal y viejo, que por diablo.
En Jalisco al que se queman las habas por integrarse al gabinete de Peña Nieto, es al gobernador Aristóteles Sandoval que, a decir de sus cercanos lo andan candidateando. Bueno, ante un año de su gobierno, anote al senador, Jesús Casillas que sigue más que firme para pelear la candidatura y posterior la gubernatura. Quiere ser su sucesor a pesar de su mal gobierno, sino pregúntele a las preferencias de Enrique Alfaro.