Uno de los institutos de vivienda acaba de concretar una emisión récord de bonos que confirma su papel activo en el financiamiento.
Ya le he comentado que en esta administración el Fovissste logró un giro de 180 grados en su gestión no sólo atendiendo rezagos de varias décadas de la mano de una colocación de créditos hipotecarios sin precedente.
Para muchos la gestión del vocal ejecutivo de Fovissste, Manuel Pérez Cárdenas fue equivalente a cambiar las llantas de trailer sin detenerse.
Incluso los desarrolladores de vivienda han sido los primeros sorprendidos ya que en este sexenio Fovissste pasó de 15 mil a 75 mil hipotecas al año, sin afectar la calidad de su cartera.
Ante tal desempeño Fovissste acaba de sorprender a los mercados al realizar su tercera bursatilización de cartera hipotecaria en el año por poco un mil catorce millones novecientos diez mil UDI´s equivalente a poco más de 4 mil 857 millones de pesos.
La operación resulta relevante porque se concretó en un entorno económico global que ha puesto a prueba a las instituciones financieras en el mundo y que se ha visto reflejado en una coyuntura económica de alta aversión al riesgo y volatilidad.
Añada que el proceso de subasta registró la mayor participación de inversionistas institucionales y patrimoniales en la historia de ese instituto con un total de 118 posturas recibidas con una demanda 3.61 veces a la cantidad ofertada.
El caso es que el Fovissste logró completar el monto objetivo de esta transacción en condiciones altamente eficientes, con un cupón de 3.85 por ciento que compara favorablemente contra otras transacciones del propio instituto en el mercado público, y contra otras operaciones de diversos emisores en lo que va del año.
Como le digo, el resultado de esta oferta de bonos es reflejo de un profundo esfuerzo de transformación, aplicando altos estándares de transparencia y rendición de cuentas.
Para los desarrolladores de vivienda un diferencial de Fovissste con respecto a otros institutos de vivienda es que debido al mercado que atiende genera hipotecas de mayor valor lo que en el futuro permitirá diversificar la estrategia de crecimiento de las constructoras que en los últimos años se han concentrado en la vivienda popular.
