– Tras el recorte, España se encuentra a un paso del “bono basura”
– S&P mantiene la perspectiva negativa y justifica su decisión por las presiones económicas y políticas
– Seguimos a la espera este mes de la decisión de Moody’s sobre la nota de España
Standard & Poor’s decidió bajar la calificación soberana de España en dos niveles de BBB+ a BBB-. Tras esta decisión, el rating de España se encuentra un nivel arriba del bono basura al igual que en el caso de Moody’s (Baa3). El plazo para que Moody’s revise la nota de España vencía a finales de septiembre pero la agencia aún no ha comunicado su decisión. Por su parte, Fitch sitúa la calificación de España en BBB, dos niveles arriba del bono basura. En los tres casos, la perspectiva es negativa.
Decisión justificada por las presiones económicas y políticas: (1) La severa recesión económica. La agencia señala que los estimados de crecimiento del gobierno son demasiado optimistas. S&P espera una contracción del 1.8% este año y del 1.4% en el 2013 (vs -1.5% y -0.5% para el gobierno); (2) Por lo tanto, “los objetivos de déficit serán probablemente difíciles de cumplir” debido al nivel elevado de desempleo y a “la intención del gobierno de posiblemente actualizar las pensiones a finales del 2012 y aumentarlas en el 2013”; (3) El incremento del descontento social y a crecientes tensiones entre el gobierno central y los gobiernos regionales; (4) El deterioro de la situación financiera de las regiones; (5) Según S&P, “Estas crecientes dificultades internas limitarán las opciones políticas del gobierno central”.
El recorte de S&P, aunado a las dudas sobre las perspectivas económicas podrían generar más nerviosismo. La decisión de S&P probablemente ocasionará un aumento de la presión sobre la deuda española en los próximos días. Adicionalmente, el FMI puso ayer en duda la capacidad del gobierno a cumplir con sus metas fiscales este año y el siguiente debido a una mayor contracción económica de lo esperado. Según los últimos estimados del Fondo, el déficit llegará 7% del PIB este año y al 5.7% en el 2013, por arriba de los objetivos pactados con Bruselas de un 6.3% y de un 4.5% respectivamente.
La indecisión de Madrid con respecto a una solicitud de rescate también genera mucha incertidumbre. Recientemente, el gobierno afirmó que no contempla pedirlo de forma “inminente”. Sin embargo, lo tendrá que hacer más temprano que tarde si los costos de financiamiento se vuelven a acercar a niveles insostenibles.