En el tercer trimestre, la balanza de pagos regresó a niveles más típicos, con un ligero déficit de la cuenta corriente, y un superávit relativamente grande en la cuenta financiera. Como es habitual, la cuenta de errores y omisiones fue grande y con una correlación negativa frente a la cuenta financiera.
Tal como anticipábamos, el débil panorama económico global ya ha impactado a la cuenta corriente, registrándose una mayor desaceleración de las exportaciones que de las importaciones. Esto, en nuestra opinión, está detrás del bache de la actividad, durante el cual se ha observado una desaceleración de la demanda externa, debido al impacto negativo de la incertidumbre en torno al precipicio fiscal de Estados Unidos y la debilidad de su producción industrial. La cuenta corriente registró un déficit de $3.66 mil mdd (contra nuestra proyección de -$2.77 mil mdd) en el tercer trimestre del año en curso, producto de un déficit de $1.1 mil mdd en la balanza de bienes, un déficit de $4.1 mil mdd en la balanza de servicios, un déficit de $3.9 mil mdd en la de rentas, y un superávit de $5.5 mil mdd en la balanza de transferencias. Prevemos que el déficit de la cuenta corriente se mantenga por algún tiempo, pues consideramos que el nivel de exportaciones seguirá siendo relativamente bajo en los próximos meses (al menos hasta que se aclare el asunto del precipicio fiscal estadounidense). También anticipamos déficits de cuenta corriente más allá del precipicio fiscal, aunque éstos serán principalmente generados por un aumento de las importaciones para apoyar el crecimiento de la economía doméstica.
Dentro de la balanza de transferencias, cabe destacar que las remesas familiares cayeron 12% contra el tercer trimestre de 2011. Aquí influyen tres factores, en nuestra opinión. Desde una perspectiva estructural, señalaríamos que el desempleo del sector construcción estadounidense sigue siendo alto, y México ha estado creciendo más que Estados Unidos. Esto afecta el flujo de mexicanos que migran a Estados Unidos, que, a pesar del reciente repunte, sigue siendo bajo en relación a sus niveles históricos. Sin embargo, esto no explica las fuertes caídas observadas en las últimas tres cifras de remesas (julio a septiembre).
Desde una perspectiva más amplia, percibimos otros dos factores: la incertidumbre en torno al precipicio fiscal (que sigue presente), y la incertidumbre en torno a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, es decir, previo a las elecciones la probabilidad ex ante del triunfo del candidato republicano afectó las remesas. Una vez que se disipe la incertidumbre del precipicio fiscal, estimamos que hay una buena probabilidad de que aumenten las remesas, a la par de la recuperación del mercado de vivienda estadounidense.
Rebote de los flujos financieros
Los flujos financieros registraron un gran superávit de $14.8 mil mdd en el tercer trimestre de 2012, gracias a la inversión extranjera directa neta de $2.3 mil mdd ($3.6 mil millones hacia México y $1.3 mil mdd de los mexicanos al extranjero), los $23.1 mil mdd en flujos de portafolio hacia el país, y un flujo al exterior de $10.5 mil mdd en otras inversiones. Nótese que los flujos financieros del segundo trimestre fueron deficitarios (-6.05 mil mdd), con un déficit de inversión extranjera directa de $5.47 mil mdd. Ambos indicadores ya están recibiendo flujos, tal como anticipábamos. Es probable que esta tendencia se mantenga en el último trimestre del año, lo cual, en nuestra opinión, sería de ayuda para la divisa mexicana.
Los mayores flujos se dirigen a la renta fija y la deuda corporativa
Luego de que los flujos de portafolio se moderaran en el segundo trimestre del año, la búsqueda de mayores rendimientos llevó a los inversionistas a seguir dirigiendo flujos de capital a los mercados de deuda y renta variable mexicanos. Los flujos al mercado local de deuda fueron de $14 mil mdd en el tercer trimestre: un aumento de alrededor de $8.4 mil mdd contra el trimestre anterior. En lo que va del año, los flujos a la renta fija han alcanzado los $33.7 mil mdd, muy por arriba (39%) del resultado de los primeros tres trimestres de 2011. A pesar de que el mercado de renta variable registró un aumento marginal en el tercer trimestre del año ($1.2 mil mdd), hay que tener en cuenta que la cifra de 2012 ($4 mil mdd) ya ha compensado y superado los $3.7 mil mdd de flujos al exterior registrados en los primeros tres trimestres de 2011. Por último, nótese que la deuda corporativa emitida en el extranjero fue de $8 mil mdd, contra su resultado de $9.9 mil mdd de 2011, lo cual indica que las empresas mexicanas han podido fondearse a través de los mercados de deuda en condiciones favorables.
La inversión extranjera directa acelerará después del precipicio fiscal
El ritmo de la inversión extranjera directa hacia México se ha moderado, registrándose $13 mil mdd en lo que va del año: un retroceso de 17.5% contra el mismo periodo de 2011. Sin embargo, ProMexico prevé que la inversión extranjera directa supere sus proyecciones en 2012 ($18 mil mdd, contra la cifra original de $14 mil mdd), y ha anunciado una meta de $20 mil mdd para la inversión extranjera directa en 2013.
Estados Unidos sigue siendo la principal fuente de inversión extranjera directa de México, y la manufactura aún es la opción favorita de los inversionistas, dadas las ganancias de productividad que el sector ha visto. Entre enero y septiembre, las inversión extranjera directa de Estados Unidos fue de $6.4 mil mdd (49.1% del total). Consideramos que las inversiones se han retrasado un poco, debido a las preocupaciones en torno a la situación de inseguridad y la lucha contra los cárteles del narcotráfico, además de la incertidumbre del precipicio fiscal. Prevemos que las inversiones que vienen de la frontera norte sigan fluyendo una vez que se supere el precipicio fiscal. Los bajos costos unitarios de mano de obra y las ganancias de productividad del sector manufactura (particularmente la industria automotriz) seguirán sosteniendo el atractivo de México como destino de inversión de largo plazo.