Banco de México acaba de publicar el comunicado de política monetaria en el que anuncia su decisión de mantener sin cambios la tasa de fondeo, en línea con lo esperado.
En nuestra opinión, el tono del comunicado se tornó muy dovish, tal y como habíamos anticipado.
Destacamos los siguientes puntos del comunicado:
“La actividad económica mundial continúa mostrando signos de debilidad…”
“La tasa de crecimiento de la actividad económica en México se ha moderado (…) En particular, el dinamismo de la demanda externa y de algunos componentes del gasto interno han disminuido…”
“…un avance en el proceso de reformas estructurales permitiría crecer a mayores tasas sin que ello diera lugar a presiones sobre la inflación.”
“…se considera que el balance de riesgos para la inflación ha mejorado, más aún si se considera el renovado compromiso del Gobierno Federal con finanzas públicas sanas”; y lo más importante, a nuestro parecer
“…de consolidarse el entorno descrito podría ser aconsejable una reducción del objetivo de la Tasa de Interés Interbancaria a un día…”
Una de las cuatro razones por las que pensábamos que la Junta de Gobierno adoptaría un tono más dovish es precisamente la salida del vicegobernador Sidaoui, a quién considerábamos el miembro más hawkish de la Junta. Como resultado, sin muchos cambios en el entorno de inflación y de crecimiento comparado con el comunicado anterior, el tono de la Junta cambió de hawkisha un discurso con un sesgo dovish.
Mantenemos nuestra expectativa de que Banxico mantendrá sin cambios la postura monetaria todavía por un período prolongado. Lo anterior derivado de dos factores: (1) esperamos una mayor aversión al riesgo derivado de las tensiones fiscales en Estados Unidos así como las elecciones en Italia (que tendrán lugar en febrero) así como otros pendientes por resolver en la Eurozona—, lo que podría presionar el peso mexicano; y (2) la brecha del producto continúa básicamente cerrada, lo que indica que no ha habido todavía deterioro de la economía. Adicionalmente, aún cuando la inflación está controlada, la tasa anual se mantendrá por encima del objetivo de Banxico, sobre todo durante el primer semestre del año.
No obstante, reconocemos que la probabilidad de una baja de tasas se ha incrementado de manera significativa. En este contexto, consideramos que la primera ventana de oportunidad para un movimiento en este sentido podría ser junio o julio, cuando los eventos previstos para los próximos meses—y que causarán un incremento en los niveles de aversión al riesgo—estén fuera de la ecuación y la inflación anual se modere, después de observar una joroba en 2T13. En este contexto, estaremos atentos a las minutas de esta reunión (a publicarse el próximo 1º de febrero) con el fin de reevaluar nuestra perspectiva con respecto al futuro de la política monetaria.
El mercado comenzará a descontar disminuciones implícitas en la tasa de Banxico en un futuro cercano. Después de la publicación de un comunicado más dovish por parte de Banxico (en línea con nuestras expectativas), esperamos que el mercado comience a descontar un escenario de mayor lasitud monetaria (disminución en la tasa de referencia) en los próximos meses, con la atención especial en el reporte de inflación quincenal el próximo 24 de enero, minutas el 1º de febrero y reporte trimestral de inflación el 13 de febrero, los cuales pudieran confirmar las expectativas del mercado.