Una coyuntura de precios históricamente bajos para el gas podría apoyar una liberación de precios de ese energético.
Aunque importamos buena parte de los pretrolíferos que consumimos la realidad es que no estamos acostumbrados a pagar el precio real por gasolina, gas y otros energéticos lo que es estos años ha creado una enorme loza a las finanzas públicas.
La realidad es que incluso en países de menor desarrollo al nuestro los precios de los energéticos buscan ser competitivos a partir de la ley de la oferta y la demanda.
Pues bien, al interior de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas (AMEXGAS) que dirige Octavio Pérez Salazar se analiza un eventual escenario donde seria posible liberar el precio del gas.
Esto en función de la caída dramática que el precio de ese energético ha tenido en Estados Unidos el precio del gas natural.
De darse tal escenario seguramente familias y empresas no se verían afectadas, e incluso de seguir el declive de precios podrían verse favorecidos.
Y bueno, usted me preguntará ¿qué hacer con las personas de menores ingresos?
En ese sentido seguiría una aplicación de subsidios solo que de manera focalizada, ya que actualmente se apoya lo mismo al que compra un tanque de gas LP 10 kilogramos en una zona rural que al empresario dueño de un hotel.
La AMEXGAS ya ha expuesto lo anterior al titular de Energía, Pedro Joaquín Coldwell con otra política pública: llevar gas LP a las familias con menor ingreso que en los últimos años han regresado a la quema de leña como fuente calórica con los problemas que ello tiene en la salud y ecología.
En otros países donde está liberalizado el precio de los energéticos ocurre que las familias que no pueden pagar reciben un subsidio.
La preocupación adicional del consumidor es que puedan darse abusos, aunque habrá que decir que para garantizar que los precios del Gas LP no aumenten desproporcionadamente se cuenta con la Comisión Reguladora de Energía (CRE), una entidad facultada y capacitada para monitorear precios y aplicar medidas que eviten fluctuaciones bruscas que dañen la economía familiar.
México tiene un precio del gas LP controlado, pero como le digo producimos 70 por ciento del gas que consumimos y el otro 30 por ciento lo compramos fuera con precios fluctuantes.
Por años hemos utilizado como referencia el precio del mercado norteamericano, concretamente el índice de precios de Mont Belvieu, y esa misma referencia la emplean países como Chile, Brasil y Colombia, entre otros.
Añada que existe otro grupo de países donde a pesar de tener o no producción interna de petróleo, ajustan los precios domésticos en función de los criterios internacionales. En este grupo se encuentran: Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú.
Pérez Salazar señala además que de producirse el cambio en la política de precios de gas LP se mejoraría el servicio y la comercialización, ya que existiría margen para ampliar la red de distribución en un sector donde confluyen unas 450 empresas, la gran mayoría medianas y pequeñas que en los últimos años han hecho grandes esfuerzos para llevar ese energético incluso a poblaciones alejadas.