– Datos mundiales revelan que en 2012 existían 168 millones de niños de 5 a 17 años en situación de trabajo infantil, cifra que representa 11% del total de la población de ese grupo de edad.
– Para 2011, en México la población de 5 a 17 años de edad que realiza alguna actividad económica disminuyó en poco más de 6 mil niños, niñas y adolescentes comparada con 2009.
– Del total de niños ocupados de 5 a 17 años, siete de cada 10 (69.9%), se ubican en las zonas menos urbanizadas.
– El trabajo agropecuario es una de las principales actividades de los niños ocupados (29.7%), de estos nueve de cada 10 (87.2%) son hombres.
– De los niños, niñas y adolescentes ocupados en trabajos agropecuarios 29.7% tienen jornadas de 35 y más horas laborales a la semana.
La niñez es una etapa fundamental en el desarrollo de las personas, por lo que es importante garantizar que los individuos en esta fase de la vida se encuentren lo menos expuestos a ciertos riesgos que puedan deteriorar o dañar su integridad física y emocional. Por esta razón, a nivel mundial se han establecido diversos mecanismos de defensa y protección de los niños y niñas, para reconocer, promover y vigilar el cumplimiento de una serie de derechos humanos: civiles, culturales, económicos, políticos y sociales, entre ellos la protección contra la explotación económica y el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso, que entorpezca su educación, que sea nocivo para su salud o para su desarrollo.
En este sentido, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) define a los niños que trabajan como aquellos que lo hacen por debajo de la edad mínima legal para trabajar o porque aun habiendo alcanzado esa edad realizan actividades que suponen una amenaza para la salud, la seguridad o el desarrollo moral, y se encuentran en condiciones de trabajo forzoso. Es de suma importancia establecer que esta actividad no se restringe al trabajo económico o al trabajo asalariado, sino que abarca desde el trabajo doméstico no pagado realizado en los hogares, pasando por el trabajo económico no remunerado y remunerado, hasta las peores formas de trabajo infantil.
En México, la protección de la población infantil contra las formas de trabajo, se encuentra expresada en la constitución y se materializa en la Ley Federal del Trabajo, ya que en ella se establece que queda prohibido el trabajo de los niños menores de catorce años y en el caso de los adolescentes de 14 a 17 años lo permite en circunstancias específicas: siempre y cuando exista un permiso por parte de los padres, cuando haya compatibilidad entre el estudio y el trabajo, además del cumplimiento de otras condiciones que salvaguarden el bienestar de los niños y niñas.
Para hacer un llamado a los países a participar en la eliminación progresiva de esta problemática, la OIT instituyó el 12 de junio como el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. En el marco de esta conmemoración, el INEGI presenta los indicadores sobre la situación de la población de 5 a 17 años que trabaja en México, información que se obtiene a partir de los datos del Módulo de Trabajo Infantil 2011 (MTI 2011), el cual ofrece información sociodemográfica de la población infantil y adolescente que realiza actividades económicas, domésticas y escolares.
Situación actual del trabajo infantil a nivel mundial
El cuarto informe global de la OIT Medir los progresos en la lucha contra el trabajo infantil, estimaciones y tendencias mundiales entre 2000 y 2012 revela que el trabajo infantil es una problemática a nivel mundial, pues en 2012 se reportan 168 millones de niños en el mundo que se encuentran en dicha situación, cifra que representa 11% de la población total de 5 a 17 años de edad. Cabe destacar que de los niños en trabajo infantil, aquellos que se encuentran en trabajos peligrosos representan poco más de la mitad (85 millones), situación que pone en riesgo directamente su salud, seguridad y moralidad.
En 2012 se reporta una disminución de casi 78 millones de niños en situación de trabajo infantil en comparación con el año 2000, lo que representa una reducción de casi un tercio. Por género, la mayor disminución ocurrió en las niñas, ya que el número de niñas en esta situación tuvo una disminución del 40%, en tanto que en los niños fue de 25 por ciento.