La educación no puede quedarse fuera de los beneficios que brinda la conectividad inalámbrica Wi-Fi ya que esta tecnología se ha convertido en un elemento esencial para las instituciones de educación superior.
En Estados Unidos el 90 por ciento de los estudiantes universitarios considera al Wi-Fi como una herramienta fundamental para alcanzar el éxito según el sitio web Online Colleges. Muchos de los problemas que enfrentan las instituciones educativas son la baja calidad de la señal inalámbrica, el bajo desempeño de la red, fallas de seguridad y falta de control de la señal. Los estudiantes llevan cada vez más a las universidades dispositivos que consumen mayor ancho de banda, suben, descargan y transmiten contenido. Muchas veces la infraestructura existente en la institución no tiene capacidad para soportar esa demanda de conectividad.
El Wi-Fi dentro de los planteles educativos permite que los alumnos puedan comunicarse entre sí para compartir información de las materias, cursos, clases o trabajos que deben hacer en grupo. En este sentido, el 65 por ciento de los alumnos de las universidades afirman que el Wi-Fi les ha ayudado a mejorar la comunicación con otros estudiantes según el centro de análisis EDUCASE.
Por su parte, la conexión inalámbrica dentro de la escuela también les ayuda a comunicarse con los maestros quienes pueden enviarles las tareas y mantener contacto sin tener que estar dentro del salón de clases. La tecnología forma parte de la vida cotidiana actual y se debe integrar al proceso y al entorno educativo.
La propia administración de la universidad puede aprovechar las herramientas y comunicación con los alumnos a través del Wi-Fi para realizar trámites, registros, actualizar el historial académico o modificar los perfiles de cada estudiante.
Se espera que en el año 2020 haya 6.1 mil millones de usuarios de teléfonos inteligentes en el mundo según un reporte de Ericsson Mobility. Los jóvenes en edad escolar representan el segmento de la población que más utiliza los dispositivos inalámbricos, como celulares, tabletas digitales y laptops. Por eso las escuelas y universidades son los sitios en los que más se usan redes Wi-Fi.
Las universidades necesitan ofrecer capacidad inalámbrica confiable para satisfacer y retener a sus estudiantes quienes son nativos digitales. Es importante proporcionar una red inalámbrica para que los estudiantes puedan conectarse y descargar materiales en clase o fuera de ésta. Esto implica que las redes de conectividad inalámbrica Wi-Fi que instalen las universidades deben tener un nivel de calidad alto tanto en estabilidad como en cobertura, velocidad y seguridad.
Sin embargo la mayoría de las universidades no están listas para satisfacer las necesidades de conectividad. Según el Centro para la Educación Digital en Estados Unidos solo el 30 por ciento reconoce que su tecnología inalámbrica satisface completamente los requerimientos de sus alumnos y del plantel docente.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) en México existen 3,718,995 estudiantes de nivel superior en casi 4,900 universidades incluyendo públicas y privadas.
¿Cuáles son los principales requerimientos que debe cumplir la infraestructura Wi-Fi de una escuela de nivel superior? Entre los principales está la compatibilidad con la mayoría de los dispositivos de los estudiantes y la facilidad para conectarse con distintos puntos de acceso de manera itinerante.
También es recomendable que las universidades consideren implementar redes modernas que funcionen con los más recientes estándares de conectividad como 802.11ac Wave 2.
Gracias a estas nuevas tecnologías y estándares se podrán agregar nuevos servicios tales como los servicios de ubicación los cuales resultan muy útiles en situaciones de emergencia para saber en dónde está un alumno.
Estos nuevos servicios basados en la localización permiten a la institución educativa diseñar mejor la ubicación de cada área de la escuela de acuerdo con los tiempos de espera y el tráfico de personas. Una red Wi-Fi de alto desempeño permitirá a las áreas administrativas de las escuelas mantener una comunicación estrecha con los estudiantes y en general con toda la comunidad académica.
Además, una infraestructura inalámbrica de clase gigabit le brinda a las universidades la capacidad de atender las necesidades del futuro como el soporte a más usuarios y una mayor vida útil de la propia red.