México está en camino de fortalecer sus finanzas públicas, pero no hay espacio para errores. Mientras que la razón de deuda bruta a PIB se mantiene cercana a la de los mercados emergentes y Latinoamérica, es la tasa de crecimiento de la deuda lo que ha puesto el enfoque en reducirla. El gobierno ha sido muy claro en su compromiso de fortalecer las finanzas públicas.
Mientras que ha habido algunas reducciones importantes a nivel federal, otras áreas deben hacer un esfuerzo también. Los estados, municipios y entes autónomos, pueden ser más austeros.
Los recortes de gasto son difíciles de ver en las cifras por el sobre-ejercicio estructural del gasto (de 1.6% del PIB en promedio desde 2006). Por lo tanto, la atención debe centrarse en el déficit primario.
Los esfuerzos de Pemex continuarán dando resultados. Con todo este esfuerzo, México seguirá siendo “la mejor casa en un mal vecindario”, diferenciándose aún más en un entorno financiero difícil.