Una de las promesas de campaña en la que coinciden todos los candidatos es la que se refiere a la lucha contra la corrupción , el reto será evitar que se limite la libre participación en las licitaciones que llevan a cabo las dependencias públicas a nivel federal y local. Y es que resulta que hay un esquema que se utiliza frecuentemente para favorecer a empresas, que en el argot del medio se le conoce como “Licitación Pública por Adjudicación Directa”, en las que se diseñan las bases del concurso para que sólo una empresa las cumpla. Con este pretexto, al ser la única que cumple con todo, se le adjudica el contrato de manera directa.
Servicios básicos como por ejemplo la limpieza de las oficinas gubernamentales, se han convertido en un gran negocio para algunos grupos empresariales que dominan este rubro en la mayoría de la dependencias públicas. Un ejemplo claro es el caso de las empresas del lídersindical Marco Antonio Reyes Saldívar, él y su familia se han convertido en “Los Reyes” en este sector.
Los tentáculos empresariales de este líder sindical controlan desde 2011 la Cámara de Diputados con su empresa Reisco Operadora de Servicios, y están por entrar a la PGR , en donde todo parece indicar que el concurso se diseñó para favorecerlo, a través de esta firma o de otra de sus empresas. Lo más delicado de este asunto es que Reisco dice estar certificada con la norma NMX-R-025-SCFI-2015, relacionada con la igualdad laboral y la no discriminación, pero no aparece en el padrón nacional de centros de trabajo certificados, y en el documento que presentó ante estas dos dependencias dice contar con esta certificación desde el año pasado.
Este es el escenario que recibirá el próximo gobierno ¿tendrán nuestros futuros gobernantes la voluntad política para cambiar las cosas o permitirán que prevalezcan los mismos mecanismos para favorecer a un grupo empresarial?
