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Corporativo – Se esfuman recursos en Morelos

Tiempo de lectura: 2 minutos

Por Rogelio Varela

En pleno Año de Hidalgo los excesos del poder han llevado en Morelos a desaparecer fondos destinados a la promoción turística y la profesionalización de empresas privadas.

Fíjese que los empresarios del sector turístico del estado Morelos están que trinan porque en una maniobra con gran sigilo en el Congreso local se facultó al gobierno de Graco Ramírez para que cancelara el Fondo de Promoción Turística (Fitur) y el Fideicomiso de Fomento a la Competitividad y el Empleo (Fidecomp).

Resulta que, por iniciativa enviada por el mandatario estatal, en la segunda semana de julio el Congreso del Estado “redireccionó” los recursos de ese fondo y ese fideicomiso para canalizarlos supuestamente a medidas anticorrupción, pero sin que se sepa el destino de ese dinero a dos meses de que deje la gubernatura Ramírez.

El argumento cae por su propio peso ya que se cuestiona qué efectividad tendría enviar recursos para fines distintos cuando Ramírez debería estar trabajando en el proceso de entrega recepción con el equipo del gobernador electo Cuauhtémoc Blanco.

Por lo que se refiere al Fitur se trata de por lo menos 42 millones de pesos, que se habían recabado del Impuesto al Hospedaje del 3.5 por ciento y que servirían para apoyar acciones de promoción en materia turística, mientras que una cantidad no determinada del Fidecomp provendría del gravamen de 2 por ciento a la nómina que se cobra a las empresas.

Como sea, en Morelos se están despachando con la cuchara grande.

 

La ruta del dinero

Debido a retrasos en la entrega de nuevos aviones A320neo a las aerolíneas Volaris y Viva Aerobús, negociados y vendidos por Rafael Alonso, presidente de Airbus para América Latina y el Caribe, estas compañías, de acuerdo con el departamento de transporte de Estados Unidos (DOT) no han podido hacer uso de los horarios de aterrizaje y despegue (Slots) que Aeroméxico y Delta cedieron en el Aeropuertos Internacional de la Ciudad de México y en el John F. Kenedy de Nueva York. De acuerdo con declaraciones del propio Alonso los retrasos en las entregas de estos aviones se han debido a problemas en sus motores. De las aerolíneas mexicanas más afectadas por el problema está Volaris que dirige Enrique Beltranena y Viva Aerobús de Juan Carlos Zuazua quienes han fincado pedidos al fabricante europeo por al menos 30 aviones de este tipo. El tema no es nuevo ya que en 2016 empezaron los problemas para el Airbus 320neo cuando Qatar Airways amenazó con cancelar un pedido de 50 aviones de este tipo exigiendo además compensaciones por el retraso en la entrega de los equipos. En el sector de la aviación comercial se comenta que  Alonso, en su afán por vender más aeronaves ha incurrido en prácticas poco profesionales y nada transparentes, sobre todo en lo que tiene que ver con los manejos fiscales y de comisiones que recibe por las ventas. Aun cuando Volaris ha informado que sus itinerarios no se han visto afectados por el retraso en la entrega de los A320neo, dicha situación seguramente los obligará a replantear sus planes de expansión en el corto plazo, lo mismo que a Viva Aerobús.