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Natixis IM anticipa recesión hacia el 2020

Tiempo de lectura: 5 minutos

Por: Dave Lafferty, Estratega en Jefe de Mercados de Natixis IM

Pronosticar la economía es un asunto difícil, sin mencionar que increíblemente impreciso. Sin embargo, podemos afirmar con 100% de certeza que se aproxima una recesión en EEUU (y/o global) – al mismo tiempo. Para los inversionistas, por supuesto, el timing es muy importante. Debido a las valoraciones actuales y a las fuertes expectativas de crecimiento, es muy poco probable que la renta variable pueda soportar una desaceleración económica y salir ilesa. A continuación, analizamos la ruta de la economía, los posibles obstáculos para el crecimiento y el probable arribo de la próxima recesión.

Mejor, ¿imposible?

Hay pocas dudas de que la economía global se has fortalecido en los dos últimos años. Como lo hemos mencionado en varias veces, la mayoría de los países y regiones registraron una mejora significativa en su PIB a mediados de 2016 a comparación de los datos registrados en el periodo 2010–2015.

Esta fortaleza también se registró en la renta variable global. De mediados de 2016 al nivel máximo a finales de enero este año, el índice S&P 500® se elevó a casi 37% en términos de precio solamente (excluyendo dividendos y reinversión). Las acciones no estadounidenses aumentaron casi lo mismo, con ganancias de 36% registradas por el índice MSCI World Ex US durante dicho periodo en términos de divisa local. La economía global también iba por buen camino y las ganancias en renta variable reflejaban esto. Pero es tiempos de exuberancia como éste que los inversionistas deben empezar a considerar la parte contraria.

Viento Global en Contra

Si bien esperamos que el impulso económico global continúe a lo largo del 2018, anticipamos que un viento en contra más fuerte afecte el crecimiento global a partir de 2019:

  1. Aumento de las tasas de interés a corto plazo de la Fed, BCE y BOE. ¿Por Qué vemos una diferencia? Porque hasta ahora, el incremento en la tasa de la Fed solo generó tasas reales que eran menos negativas. Pero a medida que el índice de fondos de la Fed llegue al 2%, cercano al nivel de la inflación, las tasas reales se trasladarán hacia terreno positivo. En palabras más sencillas, hasta hoy, el dinero había sido más que gratuito. Esto verá su fin en 2019 a medida que las tasas reales se vuelven positivas.
  2. Una curva de rendimiento que pudiera continuar en declive / a la inversa, aumentando la presión sobre los bancos. El riesgo es que el crédito se vuelva menos rentable, limitando la expansión del crédito, que es el motor del crecimiento económico.
  3. Una política comercial mucho más restrictiva a medida que otros países tomen represalias y la cadena de suministro global se interrumpa.
  4. El estímulo fiscal en EEUU se debilita a medida que los beneficios de los recortes fiscales desaparecen.Si bien quedarán algunos efectos secundarios positivos, sin un empuje en la productividad, el impacto de los recortes fiscales se irá desvaneciendo en 2019–20. Anticipamos una latitud mucho menos fiscal ante un déficit presupuestario masivo, particularmente si los Demócratas retoman la Cámara de Representantes en noviembre.
  5. Un Brexit muy desordenado. La desorganizada salida del RU de la Unión Europea probablemente va a detonar mayor incertidumbre para negocios y consumidores que impedirá aún más el desarrollo.
  6. El desarrollo más lento del crédito en Chinaprobablemente limitará la inversión de capital en la economía más dinámica del mundo.
  7. Riesgo de aumento en los petroprecios. Si bien percibimos al Mercado petrolero global en equilibrio a casi $60–$65 por barril, los riesgos geopolíticos en el  Medio Oriente probablemente escalen, llevando a los precios del petróleo a un aumento – lo que históricamente no es una buena señal para crecimiento global.

Ningunade estas dinámicas es nueva, pero cada una parece acercarse más a un punto de inflexión más perjudicial. Estos vientos en contra hacen que muchos analistas del mercado pronostiquen el inicio de una recesión global a finales de 2019 o en 2020.

El Momento y la ruta del crecimiento

Por las razones antes mencionadas, creemos que el crecimiento enfrentará más retos en 2019–2020. Sin embargo, esto no necesariamente implica que una recesión esté a la vuelta de la esquina. Estimamos tres escenarios posibles en la ruta del crecimiento.

Primero, que el crecimiento global se reduzca significativamente, lo que eventualmente llevará a la recesión. Considerando las razones anteriores, estimamos la posibilidad de este escenario en 40%. Cabe mencionar que esta opinión considera una próxima recesión comoposible mas no probable (<50%).

Segundo, el crecimiento global se desacelera a cerca de su potencial a más largo plazo durante los próximos años (casi 2% en EEUU y Europa) pero no cae en una recesión/contracción. Esto concuerda con la recuperación y expansión post-crisis financiera global, donde una trayectoria del crecimiento más superficial ha prolongado la duración del ciclo al alza. Nos sentimos algo escépticos de que este ritmo pueda continuar por varios años más y dejamos esta probabilidad en un 35%.

Tercero, sigue habiendo una posibilidad de que una política monetaria todavía algo acomodaticia junto con una inversión de capital más fuerte permitirá un crecimiento mayor al promedio durante los años siguientes. Esto podría suceder, pero sospechamos que las limitantes por el lado de la oferta van a ejercer su fuerza gravitacional y por tanto estimamos este escenario en 25% – el panorama menos probable.

En cuanto al tiempo, es importante reconocer que los mercados de capital empezarán a descontar una desaceleración o recesión mucho antes de que los economistas definan una fecha formal. En las últimas tres recesiones, la inversión de la curva de rendimiento en 2s/10s antecedió a la recesión en 15–24 meses mientras que el mercado bursátil llegó a su máximo nivel 1–12 meses antes.

Esto ilustra porque el momento del mercado es tan difícil. Además de requerir un pronóstico acertado– ¿habrá o no una recesión? – también requiere una predicción acertada de cuánto le llevará manifestarse en los mercados de capital.

Implicaciones para el portafolio

Debido al impulso económico actual, esperamos que una ruta razonable para la renta variable y temas corporativos registren retorno positivo incluso si los mercados eventualmente bajan anticipándose a una recesión en 2020. Consideremos que solamente estamos proyectando esto con un 40% de probabilidad – nada es seguro.

Irónicamente, nuestra precaución en los activos de riesgo se deriva no de un pronóstico de recesión, sino de nuestros otros escenarios más positivos. Debido a que sospechamos que un sorpresivo aumento en el crecimiento es poco probable (25%) y que los mercados podrían estar sometidos por un crecimiento menor pero positivo (35%), una postura algo cautelosa en el portafolio podría ser garantía. ¿Deberían los inversionistas retirarse y pasarse al efectivo? Esto parece prematuro ya que la ruta pre-recesión podría durar de 6–18 meses. Podría suceder que la economía tampoco caiga en recesión en los próximos años!

Nuestro argumento de “cautelosa participación” no se basa en el tiempo del mercado o en una macroeconomía recesionaria. Se basa en escenarios futuros de retorno y en los riesgos que los inversionistas podrían o no asumir. Existe una probabilidad relativamente menor de que el retorno sorprenda con un alza y una probabilidad mucho más elevada de que el retorno sea de pobre a modesto. En nuestra opinión, este intercambio no garantiza asumir de forma agresiva riesgos en los portafolios.