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TV de Paga: Precios Reales y Márgenes a la Baja

Tiempo de lectura: 3 minutos

Por CIU

En el nuevo ecosistema competitivo de contenidos audiovisuales se observa una propensión creciente a aplicar recursos en su apropiación, por parte de las audiencias. También, es notoria la tendencia al alza en los costos y gasto para la producción, creación y distribución de estos materiales creativos.

Esto último se deriva de la mayor competencia a partir de la incursión de jugadores, crecientemente sobre atractivas plataformas y con producciones originales, que derivan en una oferta disruptiva que se posiciona como atractiva para las audiencias.

Un caso relevante que ejemplifica lo anteriormente descrito es el de la NBCUniversal, una de las principales productoras de contenidos audiovisuales en el mundo. Tan sólo en los últimos tres años tuvo que expandir su gasto en generación de nuevas producciones en 9.7% en términos anuales, para alcanzar un aumento acumulado de 32.2% entre 2014 y 2017 ($8.7 mil millones de USD).

Esta tendencia a elevar el gasto en producción ha resultado en una elevación de los precios por la contratación de servicios de televisión de paga en mercados como el estadounidense y el mexicano, al traducirse en un alza en el costo de adquisición y transmisión de estos contenidos para los proveedores del servicio.

En EUA, los precios de la Televisión por Cable y Televisión por Satélite incrementaron 11.0%, en los últimos tres años, entre junio de 2015 y junio de 2018. Apenas una tercera parte del crecimiento en las inversiones ejercidas en la generación de nuevo contenido, en el caso de NBCUniversal.

Un escenario similar tiene lugar en el caso de las suscripciones de contenidos de video bajo demanda por suscripción (SVOD por sus siglas en inglés), tal que experimentan incrementos en precios al usuario final, derivado de la creciente inversión en la generación de contenidos originales que los coloque entre los preferidos de la audiencia.

Desde su incursión como creador de contenidos audiovisuales, Netflix ha aumentado el precio de su suscripción hasta en 60%, con motivo del marcado crecimiento que registra en su gasto en la creación y distribución de contenidos, por ejemplo, de 33.3% en 2017 ($9.2 mil millones de USD). Tan sólo el año pasado, dio a conocer un aumento de 10% en el precio de su suscripción estándar ($10.99 dólares estadounidenses-USD), tras nivelar el costo para todos sus usuarios en $9.99 USD.

El caso mexicano sigue las tendencias de estos mercados internacionales, tanto por el lado de los costos de sus contenidos, como por el de los precios de sus servicios. En efecto, el nivel de precios de la TV de paga también registra alzas en años recientes, atribuibles similarmente al incremento en su estructura de costos. Pero adicionalmente a aquellos costos de producción, los operadores nacionales han resentido que, al ser servicios internacionalmente comerciables, están tasados en dólares estadounidenses, por lo que asimismoe les impacta la fuerte depreciación del peso mexicano frente a esa moneda.

Un tercer factor de impacto en la estructura de costos resulta de que gran parte la infraestructura que despliegan esas empresas está también tasada en divisas internacionales, por lo que nuevamente el impacto cambiario incide de manera directa en el costo total de operación y de capital del uso y del despliegue de infraestructura.

No obstante, la apreciación en el nivel de precios de la TV de paga (11.8%), entre junio de 2015 y junio de 2018, es inferior a aquel del conjunto de bienes y servicios comercializados en México (14.1%) e incluso por aquel de la paridad peso-dólar estadounidense (25.5%).

Es así como los precios de la TV de paga han resistido el efecto inflacionario y de volatilidad cambiaria, a pesar del ensanchamiento en su estructura de costos y estrechamiento en los márgenes que experimentan los operadores de TV de paga. Así, el incremento tripartito de costos no ha sido transferido en su totalidad al precio final para las audiencias, sino que ha sido absorbido en gran proporción en términos de márgenes, con los consecuentes beneficios para los hogares y audiencias mexicanas.