Por José Antonio Chávez
Mario Delgado vivió en carne propia los ataques desatados contra la fracción parlamentaria de izquierda que integraba en la Cámara Alta. Era una de esas bancadas conocidas como chiquillada.
Ricardo Monreal también lo vivió, fueron, junto con Porfirio Muñoz Ledo y Martí Batres – hoy presidentes del Congreso- cuatro víctimas en las pasadas legislaturas más golpeados por las mayorías del Senado o Cámara de Diputados.
Tuvieron que comer polvo. No fueron una ni dos, son en toda la historia desde que se creó la izquierda en el 88 con el PRD de Cuauhtémoc Cárdenas.
Todos eran de izquierda y por su minoría eran prácticamente aplastados, maltratados, no representaba su bancada números para dar la pelea por más que levantaran la voz y por más tablas políticas de cada uno que llevaran.
Se acuerda aquel insulto de un priista que grito a Muñoz Ledo 90 y 10, que era de botana y alcohol. El hoy presidente aguanto vara y mostró sus tablas no respondió. Al final, le llovieron disculpas.
Tal vez por eso el grito abierto y aplastante en la sesión del Congreso General en San Lázaro de esa mayoría apabullante de Morena con alianza del PT y Encuentro Social después de recibir el último informe del gobierno de Peña Nieto. Más de 300 diputados y más de 65 senadores.
Es un escenario que marca el verdadero rostro de los próximos tres años que durará esta LXIV Legislatura. Nadie supera sus votos para aprobar iniciativas y más iniciativas.
Y si se trata de reformas Constitucionales que requiere las dos terceras partes, traen más que bien armado para conseguir los votos que faltan, anote al Verde de Manuel Velasco y Arturo Escobar y algunos diputados y senadores priistas o perredistas, que en esos días de votación sorpresivamente se pueden volver ausentes, vaya enfermos o por comisión.
Conforme pase el tiempo sin duda saldrán, poco a poco el cobro de facturas, en la sesión del Congreso comenzaron las primeras. Ahí en la intervención de la líder nacional del PRI y senadora, Claudia Ruiz Massieu no terminaba de criticar a los ex priistas que se brincaron a Morena y comenzó la rechifla ensordecedora que se acompaño con el conteo uno a uno de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.
Mario Delgado llevó un discurso nada halagador, rechinaba de críticas, señalamientos, culpas, de todo. Que hoy que se van los priistas con Peña Nieto entregan un país en ruinas. Ricardo Monreal sintetizaba también que dejan un país en un océano de sangre.
Delgado recriminó que fue el sexenio de la impunidad, del saqueo y del despilfarro. Y por si algo faltaba recrimino que muy tarde ha llegado la disculpa sobre el daño que le genero a la institución presidencial escándalos de corrupción –casos de ex gobernadores y Odebrech, SCT, entre otros- .
Y levantó ámpula con un silencio funerario de los tricolores cuando les atizó que esta administración saliente, que dejan la casa muy sucia, por más que la pinten de blanco.
Votos de PRD a morena; salario mínimo de 176 pesos ya
El coordinador de los diputados del PRD, Ricardo Gallardo ofreció a Morena sus votos para acelerar cumplir a la gente esas promesas de bajar el precio de la gasolina, subir el salario y otras que están en la agenda legislativa, pues la gente espera buenas cuentas y como legisladores no le pueden fallar.
La propuesta es precisamente para impulsar un salario mínimo de 176 pesos por ocho horas de trabajo aplicable el primero de enero del 2019. Que no hay tiempo para discutirlo, sino para aprobarlo.
Además la propuesta es eliminar el fuero y de paso que ningún funcionario que sea castigado por actos de corrupción, no pueda ocupar otro cargo en ninguno de los tres órdenes de gobierno de por vida.
Bueno, la pelota la tiene Morena en su cancha para saber si le entra a darle para adelante a esas promesas de AMLO. El propio Dante Delgado de Movimiento naranja también se sumo para votar, y bajar el precio de la gasolina. Si faltaban votos, ahí están, es decir ya no hay pretexto.
Alito y Murat en apoyo a electos en Nuevo León.
Los gobernadores de Campeche, Alejandro Moreno “Alito” y de Oaxaca, Alejandro Murat acudieron a la capital del cabrito, en la sultana del Norte para reforzar el respaldo a su partido y los alcaldes electos de Monterrey y Guadalupe, Adrián de la Garza y la ex senadora, Cristina Díaz.
Se sumaron a la defensa pues enfrente están los panistas que no se aguantan y buscan echar con todo el fallo que ya emitió el Tribunal Estatal Electoral.
Retrograda y atentado a democracia los superdelegados
El mandamás del PAN en San Lázaro, Juan Carlos Romero Kicks critico la imposición de los superdelegados que AMLO implemento para los estados, pues su gobierno es retrograda y atenta, con ello a la democracia porque busca desconocer la soberanía.
Los panistas gobiernan en 13 estados y López Obrador les mando como mensaje la figura de estos vicegobernadores disque para amarrarles las manos, es decir la figura de un superdelegado que repartirá el dinero de la federación a los gobernantes, además de los programas sociales.