Por Citibanamex
– Nuestra expectativa de que la curva de aprendizaje de la administración de AMLO afectaría el ritmo del gasto terminó materializándose en el primer trimestre de 2019. Sin embargo, por el lado del ingreso, los resultados también se mantuvieron por debajo de las expectativas: los ingresos petroleros se están rezagando significativamente. Por lo tanto, el gobierno cumplió en términos de disciplina fiscal, pero no de la forma pensada: vemos riesgos de una consolidación fiscal que podría resultar excesiva.
– A pesar del superávit primario, el balance del sector público fue negativo, de 24.5 mil millones de pesos (mmp), principalmente por los déficits de Pemex y CFE (79.9 y 34.5 mmp, respectivamente). Sí, Pemex se encuentra de nuevo en números rojos en el primer trimestre de 2019, impulsado por una caída significativa en los ingresos de 10.4% anual a 18.4 mil millones de dólares (mmd). Más preocupante: a) la producción petrolera continúa disminuyendo y la nueva meta para 2019 sigue pareciendo ambiciosa, y b) respecto a la refinación, en donde la administración de AMLO está poniendo reiterado énfasis, los resultados son también decepcionantes.
– En lo que toca a la deuda de Pemex, la empresa está a la espera del paquete de apoyo financiero de Hacienda (mientras tanto, Hacienda espera el plan de negocios de Pemex).
Nuestra expectativa de que la curva de aprendizaje de la administración de AMLO afectaría el ritmo del gasto
terminó materializándose en el primer trimestre de 2019. Hacienda publicó este martes el informe sobre las finanzas públicas y deuda pública del primer trimestre de 2019. Por el lado del gasto, el total fue 86.6 mmp menor a lo programado. El gasto programable fue 65.5 mmp menor al programa, mientras que el no programable estuvo 10.6
mmp también por debajo del programa. En su comparación con el primer trimestre de 2018, el gasto total y
programable disminuyeron en 6.1 y 5.0%, respectivamente. Destaca la inversión pública fija, ya que la sorpresa
positiva en enero nos llevó a pensar que esta variable por fin podría recuperarse. No obstante, la inversión fija al
cierre del primer trimestre de 2019 tuvo una caída significativa de 13.1% anual. Finalmente, el costo financiero creció
en 6.1% en términos reales a un nivel de 138.8 mmp, en un entorno con condiciones financieras que siguen siendo apretadas.
Sin embargo, por el lado del ingreso, los resultados también se mantuvieron por debajo de las expectativas:
los ingresos petroleros se están rezagando significativamente. Los ingresos en el primer trimestre estuvieron por debajo del programa en 68.7 mmp, principalmente por ingresos petroleros menores a los esperados (en 85.6 mmp).
Los ingresos no petroleros fueron 16.9 mmp mayores al programa, aunque los ingresos tributarios se quedaron cortos
por 3.5 mmp debido a una menor recaudación de IVA (en 4.9 mmp). La caída en los ingresos petroleros fue
inusualmente grande. Se debe tener en mente que ya en los Pre-Criterios la SHCP estimaba que esta caída fuera de 115 mmp para el año; solamente en el primer trimestre ya se materializó 60% de esta caída.1 La tendencia de los ingresos observada en el primer trimestre se podría revertir en trimestres posteriores: en términos anuales, los ingresos totales cayeron en 1.2%, pero los tributarios aumentaron en 5.1%, impulsados por la expansión del IEPS al precio de la gasolina. Esta fuente de recursos ya está enfrentando dificultades en el segundo trimestre toda vez que Hacienda redujo el IEPS neto a la gasolina para lograr que los precios crezcan a la par de la inflación. Asimismo, otros ingresos tributarios podrían afectarse por la deceleración esperada de la actividad económica.
Por lo tanto, el gobierno cumplió en términos de disciplina fiscal, pero no de la forma pensada. Dado que el gasto total se contrajo más que los ingresos, las cifras de enero a marzo muestran un balance primario positivo (98 mmp). En este sentido, la medida más amplia de deuda, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del
Sector Público (SHRFSP), fue de 42.3% del PIB, en línea con la cifra programada para el cierre de año de 45.1% del
PIB. Un par de consideraciones son relevantes:
• Mientras que el plan original era una política fiscal restrictiva, el hecho de que el balance esté muy en línea con el plan, a pesar de menores ingresos, aumenta el riesgo de una consolidación fiscal excesiva; esto no luce bien particularmente en el contexto de las actuales expectativas de un crecimiento económico débil.
• A pesar del superávit primario, el balance del sector público fue negativo (24.5 mmp), principalmente por los
déficits de Pemex y CFE (79.9 y 34.5 mmp, respectivamente). Más abajo discutimos los resultados de Pemex
al primer trimestre de 2019, pero no se debe pasar por alto la situación financiera de CFE.