BBVA
- El paquete económico refuerza la señal de disciplina fiscal al establecer un balance primario de 0% del PIB
- Considerando lo anterior, es positivo que el gobierno federal haya propuesto esa meta en lugar del déficit de 0.6% del PIB que había sugerido en Pre-Criterios para 2021
- No obstante, los supuestos del paquete económico son relativamente optimistas en dos frentes: i) un crecimiento económico 1.2 puntos porcentuales por encima del consenso de analistas, y ii) una producción petrolera de 1.86 millones de barriles diarios
- Por ello, sería deseable que, una vez que se cuente con las cifras de crecimiento económico del primer trimestre de 2021, se hicieran ajustes para el cumplimiento de las metas fiscales en caso de ser necesario
- Como consecuencia del mayor optimismo para el crecimiento económico de 2021, el balance de riesgos para los ingresos tributarios es claramente a la baja
- El gobierno federal debería contemplar una reforma fiscal integral lo antes posible, que entre en vigor una vez superada la crisis derivada de la pandemia.
Consideramos que el paquete económico 2021 mantiene la disciplina fiscal al proponer una meta de balance primario de 0.0% del PIB para el próximo año. Este paquete económico proyecta Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) de 3.4% del PIB y un Saldo Histórico de RFSP (% del PIB) de 53.7% al cierre de 2021. No obstante, el relativo optimismo en la evolución de los ingresos tributarios representa un riesgo al alza para la evolución de ambos indicadores.
El panorama para las finanzas públicas no estará libre de riesgos. En particular, destacan aquéllos asociados con el crecimiento económico anual de 4.6% previsto en el paquete económico y con la meta de 1.86 millones de barriles diarios para la producción petrolera de 2021. En materia de crecimiento, la sobreestimación del crecimiento para 2021 (4.6% vs estimación BBVA de 3.7%) junto con el marcado optimismo para 2020 (-7.6% vs estimación BBVA de -10.0%) representa una sobrevaloración del PIB de 2021 equivalente a 3.5% de la actividad económica registrada en 2019. Esta diferencia representa una presión adicional al gasto público proyectado para 2021. Si bien el dinamismo en el sector industrial será mayor al ser impulsado por el sector manufacturero de EE.UU., el consumo privado mostrará una recuperación más lenta por la pérdida masiva de empleos y que tendrá un impacto de mediano plazo sobre el ingreso de los hogares. En relación a los ingresos petroleros, el dinamismo previsto por el gobierno se sustenta principalmente en elevar la producción petrolera de 1.7 millones de barriles diarios estimados para el promedio de 2020 a 1.86 millones de barriles diarios para el promedio de 2021.
Es importante mencionar que un menor crecimiento económico al previsto por el gobierno federal y que estuviera alrededor de nuestro pronóstico de 3.7% llevaría el balance primario a -1.0% del PIB en 2021 (siempre y cuando no se hicieran ajustes al gasto). Por ello, consideramos apropiado revisar el paquete económico una vez que se cuente con las cifras del crecimiento económico del primer trimestre de 2021 y, en su caso, realizar los ajustes necesarios para el cumplimiento de las metas fiscales.
En lo que toca a los ingresos tributarios, resulta positivo que el paquete económico 2021 contemple el combate a la evasión fiscal. No obstante, consideramos que la contribución de esta medida a dichos ingresos dependerá en última instancia de su eficiente implementación y, por lo mismo, su impacto es incierto. Desde nuestro punto de vista, es deseable que el gobierno federal vaya diseñando una reforma fiscal integral lo antes posible que fortalezca los ingresos tributarios (los cuales tienen un significativo riesgo a la baja en 2021) y promueva una mayor eficiencia en el gasto público en los siguientes años.
En materia de gasto público, el paquete económico 2021 contempla un impulso a los programas sociales (equidad de género, atención a grupos vulnerables y combate a la pobreza), servicios de salud y proyectos de inversión. Consideramos positivo que el gobierno federal busque seguir fortaleciendo los programas sociales y servicios de salud. Sin embargo, consideramos que el gobierno federal debería replantearse los proyectos de inversión del Tren Maya, el Aeropuerto General “Felipe Ángeles” y la nueva refinería de Dos Bocas. También sugerimos que las políticas públicas encaminadas a mitigar la pobreza y desigualdad deberían ser evaluadas para garantizar que se estén generando los efectos positivos esperados y, en su defecto, realizar modificaciones a las mismas. En lo referente a Pemex, la aportación presupuestaria debería de concentrarse preponderantemente en exploración y producción petrolera y ser complementada con la reactivación de los farm-outs. Lo anterior resultaría en una menor presión para las finanzas públicas al potenciarse la inversión en exploración y producción petrolera.