Por: José Antonio Chávez
A ver si a los ex gobernadores del PRI que callaron como momias en estos cuatro años y que hoy andan muy gallitos pidiendo el cambio de la dirigencia del tricolor, los mueve responderle los insultos groseros que les hace el Presidente López Obrador.
No los baja de rateros, corruptos, que no tienen llenadera y son insultos cotidianamente desde que inició este sexenio.
López Obrador agarró parejo desde Carlos Salinas hasta el último Enrique Peña Nieto y en ninguna vez esos ex gobernadores salieron a defender a los ex Presidentes y al partido. Dirían en mi tierra son unos agachones.
Parece que todo mundo está enterado de la estrategia que viene operando López Obrador para desintegrar la alianza PRI, PAN, PRD y MC, menos esos ex gobernadores y hasta algunos ex líderes del PRI que gritan y critican al interior del partido, pero agachones ante AMLO.
Bueno, López Obrador destapó el primer caso de un pacto anulado con el ex Presidente Peña Nieto. Ahora desató una investigación en su contra en plena ruta electoral por depósitos de 26 millones de pesos.
Es el segundo caso del ataque sistemático que le armaron sus asesores al Presidente rumbo al estado de México y luego a la Presidencia en 2024.
Primero fue contra el líder del partido, Alejandro Moreno “Alito” que está más que marcado es una represalia esos ataques con lodazal puro por no aprobar, con sus 70 diputados la Reforma Eléctrica.
Dicen los que saben que les dolió que Alito los chamaqueara porque al inicio de la legislatura había el compromiso de aprobar las reformas constitucionales con el voto de los priistas.
Naturalmente que los morenos de Ignacio Mier soltaron, muy confiados que lograrían los votos del PRI para poder transitar sin problema la ruta de las reformas Constitucionales en puerta del Presidente López Obrador, es decir la Eléctrica, Electoral y la Guardia Nacional que pasaría bajo el control de la Sedena.
¿Porque los chamaqueo?, bueno porque al arrancar esta legislatura si Alito hubiese dicho que no iban a pasar ninguna reforma Constitucional, se abriría el argumento legal para que el Presidente pudiera llamar conformar un Constituyente y podría dejarlos fuera de la Legislatura.
Ese fue el meollo de Alito de traerlos así por todo este tiempo con el engaño hasta llegar al punto de la votación.
Por eso se entiende el encabronamiento del Presidente y el por qué haya desatado todo el peso del Estado contra Alito, que ha comenzado como primera etapa con los audios de esas grabaciones que exhibe la gobernadora de Campeche, Layda Sansores.
Ahora soltaron, intencionalmente que la Fiscalía de Alejandro Gertz Manero lleva una investigación por delitos de lavado de dinero o de evasión fiscal, y todo lo que quiera contra Alito.
Fue en redes donde se publicó y, después de un tiempo que levantó ámpula en la sociedad recularon para eliminarlo, obviamente porque no es facultad del Presidente, sino de la FGR que se supone es autónoma. Pero la idea era exhibirlo, sabían que no era legal.
Y que decir la retención en Migración de Alito en la llegada al aeropuerto este domingo de sus giras de Europa y Estados Unidos donde fue a denunciar al Presidente, primero que emprendió una persecución política, dos, de querer instalar una dictadura y 3, terminar con la democracia.
Es una persecución abierta contra el priismo, López Obrador quiere ganar, al precio que sea, el Estado de México que gobierna el PRI con Alfredo del Mazo. Por eso la investigación de Peña Nieto.
El Presidente sabe que si el PRI retiene esa entidad complicará las elecciones de la Presidencia de México en el 2024 porque les dará oxígeno puro y los revivirá, tal vez este hasta en riesgo que puedan los morenos seguir en Palacio Nacional.
Por eso no se sorprenda lo que dice Alito con sus pares del PAN Marko Cortés, del PRD, Jesús Zambrano y Dante Delgado de MC que lo que quiere el Presidente es ganar ganar, aunque sea a la mala.
Orejas y rabo para Monreal
En el tradicional restaurante Arroyo, que se ubica en Insurgentes Sur antes del Colegio Militar y ruta de salida a Cuernavaca, su plaza de Toros que construyó Don Manuel, fue el escenario que recibió al líder del Senado, Ricardo Monreal con el grito de ¡presidente! ¡presidente!
Un evento privado que realizaron sus simpatizantes para refrendar su respaldo rumbo al 2024, es parte del ordenamiento que les hiciera el propio Presidente López Obrador de saliera buscar a la gente. Son tres corcholatas, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto así como el incómodo de Monreal que mostró parte de su vagancia política con tiros de precisión que, sin duda, levantarán ámpula.