Por: José Antonio Chávez
El 25 de septiembre el gobernador de Quintana Roo, del PAN y PRD, Carlos Joaquín pasará la estafeta a la nueva gobernadora, Mara Lezama, emanada de Morena.
Es otro gobernador que recibirá los beneficios de amistad del Presiente Andrés Manuel López Obrador y ocupará la embajada en Canadá. Sonaba con mucha insistencia para ocupar la secretaría de Turismo de Miguel Torruco, un funcionario amigo del presidente inamovible.
López Obrador confirmó en la mañanera que será propuesto en ese cargo y será el Senado de la República, que preside Alejandro Armenta el que ratifique su nombramiento.
Desde luego que era bola cantada que sería llamado a su gabinete cuando en sus visitas a Quintana Roo el Presidente pedía que Carlos Joaquín lo acompañara en la supervisión del Tren Maya.
El trato que le daba tal vez no era gratis pues dicen los que saben que es uno más de los gobernadores que entregaron su estado al Presidente para que Morena gobernara.
Que decir del Presidente que siempre se refería como un gobernador ejemplar, que tenían muy buena relación y que ayudaba mucho.
Por más acusaciones contra Carlos Joaquín, el Presidente simplemente evadía y hasta defendía, tal vez ya sabían el juego.
En la campaña de la ahora gobernadora electa y próximamente Constitucional, Mara Lezama no se escuchó que interviniera, como tradicionalmente lo hacen, para favorecer a los panistas o perredistas. Su candidata, Laura Fernández de esa alianza se vio opacada en una votación muy inferior.
Con toda razón el líder del PAN, Marko Cortés en una visita que hizo a Quintana Roo, no se aguantó las ganas de levantar la voz para denunciar que se sentían traicionados y dejó entrever que Carlos Joaquín estaba vendido al presidente.
Para nadie es secreto que se repitió la historia de los anteriores gobernadores, la mayoría del PRI que hoy ocupan diferentes embajadas.
Los más recientes el de Hidalgo y Oaxaca, Omar Fayad y Alejandro Murat, el primero fuera de su cargo, el segundo con todavía tres meses de administración.
Antes, en 2021, la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich y de Sinaloa, Quirino Ordaz, ambos perdieron sus estados con Morena y hoy gozan como embajadores y Cónsul en España y Barcelona.
Elevadores del senado elitistas, no a empleados
Sería interesante preguntarle al líder del Senado, Ricardo Monreal que si está enterado de la reservación que hacen de los elevadores para uso exclusivo de los senadores, sin importar que dejen uno de cuatro para los colaboradores y visitantes que por la demanda, en su mayoría tienen larga espera hasta 10 minutos, mientras que el resto se resguarda por si se les ofrece a los legisladores utilizarlos sin límite de tiempo.
Si es realmente una orden que solo los elementos responsables le dan cumplimiento, sin duda sería una tristeza que, a su vez, desnudaría la arrogancia de los senadores que, por un lado gritan y gritan a los cuatro vientos en defensa de los ciudadanos, de los más desprotegidos, y al interior gozan de los privilegios en una clara advertencia de marginar y evitar rozarse con los de abajo o los de a pie. No dude que haya sido una brillante idea de los “queda-bien”.
Por eso sería interesante conocer que piensa Don Monreal, porque los que lo conocen sin duda estaría en contra. Bueno, vamos a ver si aplica la célebre frase de: “o todos coludos o todos rabones”.
Reforma del PRI ¿se trabajará en el senado?
Los diputados que lidera Ignacio Mier de Morena, llevaran este miércoles al Pleno la reforma del PRI de aplazar la presencia del Ejército en la Guardia Nacional para buscar su consolidación.
Sin embargo, tal vez en San Lázaro no tenga problemas de votos, el problema será para Ricardo Monreal en el Senado.
Ayer Monreal explicó que está platicando con todos sus pares de todos los partidos, se necesitan 13 votos para lograr la mayoría calificada o dos tercios de los 128 que la integran, en caso de asistir todos.
En el PRI, su coordinador, Miguel Ángel Osorio Chong, que lidera la confrontación con su líder nacional, Alejandro Moreno “Alito”, simplemente adelantó que votarán en contra, Son ellos una bancada de 13 senadores y, en consecuencia, Monreal sabe que no contará con ellos, aunque puede haber sorpresas.
En ese sentido explicó que agotará todos los esfuerzos para convencer a sus pares de todos los partidos ante esta necesidad del Ejército de capacitar a la Guardia Nacional.
Monreal es buen negociador y la próxima semana que llegue la reforma de San Lázaro al Senado, no dude que se prenderán focos rojos y, le puedo apostar que hoy esa reforma está muerta, aunque con Monreal nunca se sabe lo que puede pasar o convencer.