Entre las políticas públicas del sexenio que inicia destaca la ampliación de los apoyos sociales, esto a partir de la premisa que será un gobierno al servicio del pueblo, lo que necesariamente se tendrá que reflejar en el gasto público.
Se trata de continuar con el acento que tuvo el diseño del Presupuesto de Egresos en los últimos seis años donde los apoyos sociales han crecido en diez veces, aunque haya menos recursos para temas fundamentales como salud y educación.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ayer en su toma de posesión en la Cámara de Diputados aseguró que continuarán programas para adultos mayores, jóvenes construyendo el futuro, personas con discapacidad, sembrando vida y fertilizantes gratuitos para pequeños productores que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador significaron erogar 2.73 billones de pesos.
Ahora están en puerta tres Programas del Bienestar que serán letra constitucional como destinado a mujeres de 60 a 64 años, becas para todos los niños que estén en escuelas públicas desde prescolar a secundaria y los abran de surgir del reconocimiento a pueblos indígenas.
Se espera que el primero que iniciará en 2025 es el Programa de Mujeres con Bienestar con 3 mil pesos bimestrales que ya ha arrancado el registro y donde se dará prioridad a comunidades indígenas, afromexicanas y mujeres con alta vulnerabilidad económica.
En la parte de apoyos a adultos mayores, que sin duda significará la partida más relevante de la política social de la 4T, el compromiso es que hacia 2030 se otorguen más de 14.4 millones de pensiones que seguirán con cobertura universal, y que se actualizarán cada año conforme suba la inflación.
Empero, la pregunta que se hacen los analistas económicos es de dónde saldrán esos cuantiosos recursos ya que a diferencia de su antecesor Sheinbaum Pardo no iniciará con los “guardaditos” que había en fideicomisos federales, y tampoco figura entre sus planes realizar una reforma fiscal.
Como imaginará esto deberá ir de la mano de la consolidación fiscal que comenzará el próximo año, donde el gobierno federal asume nuevos compromisos, y tiene a cuestas entre otras cosas seguir con el rescate de Pemex, por mencionar alguna de muchas prioridades.
La respuesta para ese desafío definitivamente esta la urgencia de dinamizar el crecimiento, en otras palabras, alentar la inversión privada ya sea nacional ó extranjera, en momentos en que la incertidumbre priva entre los agentes económicos por los alcances de una reforma judicial que pone entredicho el Estado de Derecho.
La ruta del dinero
Aunque el mercado financiero estuvo cerrado ayer con motivo de la toma de posesión de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, el peso mexicano en los mercados internacionales registró estabilidad, de ahí que la presidenta inicia su administración con un tipo de cambio interbancario de 19.60 pesos, de acuerdo con datos de la agencia Bloomberg.
Sé el primero en comentar