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¿México cambiará con China?

Foto tomada del sitio web de la Secretaría de Economía
Tiempo de lectura: 3 minutos

El 20 por ciento de las importaciones que realizó México el año pasado provinieron de China

Una de las incógnitas del llamado segundo piso de la 4T es la relación que México deberá tener con China. Y es que a pesar de que no existe un acuerdo de libre comercio con el gigante asiático, lo cierto es que en los últimos años la llegada de productos chinos ha sido creciente.

Para no ir tan lejos habrá que ver el desempeño del negocio automotor local donde los automóviles chinos ya tienen una participación de doble digito, y algo similar pasa con los vehículos pesados que resultan baratos y con gran tecnología.

El cambio que viene en la relación con China resulta evidente a partir del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en cosa de días y donde la revisión ó renegociación del TMEC tiene en la sala al país que gobiernan Xi Jimping.

Queda claro que estos años, donde Estados Unidos ha sido distante de América Latina, la inversión de China ha crecido de manera especial en países como Perú, pero en México a pesar de que no existen cifras confiables la llegada de capitales chinos es notable en la Ciudad de México, Jalisco y Yucatán, y se estima que se ha duplicado en cosa de cinco años.

Sin embargo, la postura del gobierno de Claudia Sheinbaum en sus primeras semanas de gobierno o ha sido la mejor, ya que luego de varios años de hacerse de la vista gorda con la llegada de mercancías chinas a bajísimos precios se ha emprendido desde la secretaria de Economía una campaña contra los establecimientos quo comercian de manera formal productos chinos, pero no así como el comercio popular donde su presencia cada vez es más notable.

Pero hablando de números México tiene marcada desventaja frente a China.

Para no ir tan lejos el comercio entre ambas naciones es deficitario para México por la friolera de 80 mil millones de dólares hasta octubre pasado.

Los productos chinos además de ser bienes terminados en gran medida son bienes intermedios que complementan sus cadenas productivas, de otra forma no podría trabajar la industria
petroquímica y mucho menos la farmacéutica de ahí que 20 por ciento de las compras que hace México al exterior provienen de precisamente de China.

Tal parece que la postura de Trump será que el gobierno de México debe cerrar las puertas a los chinos, lo que se antoja difícil por la importancia de los bienes intermedios en varios sectores, y porque una política agresiva de sustitución de importaciones además de nueva inversión privada mexicana deberá estar acompañada de una fuerte subida de aranceles a productos chinos.

Apenas en noviembre pasado, en el mercado de la XIX Cumbre de Líderes del G20, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo se reunió con el presidente de China, Xi Jimping donde este último sostuvo que los intercambios comerciales entre ambos países deben seguir en aumento, habló de renovar la amistad, y de cuidar los recursos naturales en una relación que definió como complementaria para los dos países, pero la duda es si esos planteamientos tendrán eco en Palacio Nacional. Pronto lo sabremos.

La ruta del dinero

Con una cuesta de enero que parece más empinada que en otros años por el alza en gasolina y el cobro de derechos a plataformas digitales, el PRI que tiene como presidente a Alejandro Moreno Cárdenas levantó una encuesta por internet para conocer el sentir de la población. El 58 por ciento de los encuestados dijo estar preocupado con la inflación en el 2025 que inicia. Concretamente para la economía familiar las alzas que más pegarán en los bolsillos a decir de la encuesta será el gasolinazo con 29 por ciento, 8 por ciento opinó que los nuevos cobros a las plataformas digitales incidirán en el consumo, y 5 por ciento se refirió al alza en el precio de la tortilla que como sabe tiene el precio más alto en 10 años. En el caso de la gasolina Moreno Cárdenas publicó en sus redes sociales en estos días que resulta 43 por ciento más cara en México que en Estados Unidos, y que resulta absurdo en ese contexto que el gobierno de la 4T haya dirigido en la pasada administración 20 mil millones de dólares a la refinación de combustibles cuando los mexicanos seguimos pagando precios altísimos por gasolina y diésel… Aunque muchos estábamos de vacaciones el peso en las últimas jornadas de 2024 y las dos primeras de 2025 se vio presionando frente al dólar como presagio de jornadas volátiles con la toma de protesta de Donald Trump el 20 de enero donde a decir de los diplomáticos estadounidenses México sufrirá una sacudida. Por lo pronto, el tipo de cambio interbancario arrancó el año en 20.60 pesos, según cifras de Banco de México.

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