El peso se debilitó frente al dólar estadounidense, rondando mínimos de varios años, ya que los participantes del mercado reaccionaron a los acontecimientos políticos de Estados Unidos y a los decepcionantes datos económicos.
Donald Trump mencionó que está considerando imponer un arancel del 25% a Canadá y México a partir del 1 de febrero. Sus comentarios aumentaron la volatilidad del mercado, favoreciendo a los activos refugio como el dólar, y pesaron sobre el peso, ya que la estabilidad económica de México podría verse amenazada.
A nivel nacional, las ventas minoristas mensuales se situaron por debajo de las expectativas y se contrajeron un 0,1%, marcando el segundo mes consecutivo de descenso. Este descenso se ve agravado por una disminución de las ventas anuales, lo que sugiere que el consumo podría enfrentarse a retos estructurales a largo plazo.
Además de las perspectivas bajistas del peso, la ralentización de la inflación podría aumentar la probabilidad de un recorte de tipos por parte del Banco Central de México (Banxico) en su reunión de febrero, una medida moderada que contrasta con las expectativas de una política monetaria más restrictiva por parte de la Reserva Federal de EE.UU.
De cara al futuro, la fuerte dependencia de México del comercio y las remesas de EE.UU. hace que su economía sea vulnerable a los choques externos. La aplicación de aranceles o el endurecimiento de las políticas de inmigración estadounidenses podrían poner a prueba las finanzas públicas y debilitar el consumo interno.”
- Análisis de Quásar Elizundia, Estratega de Investigación de Mercados- Pepperstone
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