El peso se mantuvo bajo presión frente al dólar y terminó la semana a la baja, ya que los inversores evaluaron una combinación de datos económicos internos y externos mixtos.
En EE.UU., las cifras del PCE registraron un aumento del 0,3%, alineándose con las expectativas. Los ingresos personales aumentaron un 0,9%, superando las previsiones del 0,3%, lo que podría sugerir riesgos inflacionistas y reforzar el discurso de línea dura de la Reserva Federal. Por el contrario, el gasto personal bajó un 0,2%, tras las recientes cifras débiles de confianza de los consumidores. Esta divergencia podría suponer cierto alivio para la inflación, pero crea incertidumbre para el peso, ya que los inversores mantienen la cautela.
A nivel nacional, la producción industrial (IPI) de enero creció un 1,9% interanual, impulsada por el buen comportamiento de la industria manufacturera, la minería y el sector de la electricidad, el gas y el agua. Sin embargo, la serie mensual desestacionalizada reveló un fuerte descenso del 3,1%, lo que apunta a una volatilidad a corto plazo. La producción manufacturera creció un 3,5% gracias a los aumentos registrados en la fabricación de productos alimenticios, la fabricación de maquinaria y equipos y la producción de madera, lo que sugiere una economía en crecimiento. Sin embargo, la fabricación de productos metálicos experimentó una contracción del 15,4%, reflejo de la ralentización del sector de la construcción.
La minería, sector clave de la economía chilena, registró un modesto aumento anual del 0,6%. Sin embargo, sobre una base mensual desestacionalizada, la actividad minera se desplomó un 6,9%. La minería metálica cayó un 0,9% debido a la reducción del procesamiento y a la menor extracción de cobre. Dado que el cobre es el principal motor de la economía chilena, su caída podría lastrar la economía y presionar aún más al peso.
Por su parte, las ventas al por menor aumentaron un 8,0% interanual, impulsadas por el buen comportamiento del comercio minorista y del sector del automóvil. El Indice de Actividad del Comercio (IAC) a precios constantes avanzó un 5,6%, señalando una perspectiva positiva para el crecimiento económico. Además, se registraron ganancias moderadas en el comercio al por mayor, lo que sugiere una elevada propensión al consumo y un potencial impulso al crecimiento económico.
En el mercado laboral, la tasa de desempleo entre noviembre de 2024 y enero de 2025 descendió al 8,0%, 0,4 puntos porcentuales menos que en el mismo periodo del año anterior. Los sectores de la sanidad, la administración pública y el transporte fueron los que más contribuyeron a esta mejora. Sin embargo, la expansión del empleo estatal podría aumentar el gasto público, poniendo en peligro la sostenibilidad fiscal.
De cara al futuro, la atención de los inversores se centra en el indicador IMACEC de actividad económica del lunes. Unos buenos resultados económicos deberían beneficiar al peso chileno, mientras que las señales de desaceleración económica podrían inducir a los inversores a reducir su exposición a los activos chilenos.”
- Análisis de Quásar Elizundia, Estratega de Investigación de Mercados- Pepperstone
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