El dólar se mantuvo estable cerca de un mínimo de varios meses, mientras los inversores analizaban los últimos datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y esperaban la publicación del Índice de Precios al Productor (IPP) de hoy.
Aunque la inflación subyacente y la general registraron una desaceleración, el aumento de los salarios reales y la persistencia de la inflación en los bienes esenciales podrían moderar las expectativas de una política monetaria más flexible por parte del banco central, proporcionando un respaldo temporal al dólar.
Mientras tanto, los rendimientos de la deuda pública estadounidense se mantuvieron estables, con el bono a 10 años operando en un rango estrecho cerca del 4,3%, ya que los inversores adoptaron un enfoque prudente ante las perspectivas económicas de Estados Unidos.
Las preocupaciones sobre las políticas comerciales proteccionistas del presidente Trump han afectado la confianza de los consumidores, aumentando los riesgos para el crecimiento económico. La intensificación de las tensiones comerciales podría deteriorar aún más el sentimiento del mercado.
De cara a la próxima semana, la decisión de la Reserva Federal será un factor clave para el dólar. Una postura más flexible podría mantener la presión sobre la divisa estadounidense, mientras que un enfoque más restrictivo podría impulsarla.
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