El peso mexicano inicia la jornada con una apreciación frente al dólar, alcanzando la zona de los $19.85 pesos por dólar, su nivel más bajo en 2025.
Este comportamiento refleja una mejora en la confianza de los inversionistas respecto a la economía mexicana, impulsada por diversos factores tanto internos como externos. La estabilidad del peso es una señal de optimismo en los mercados, que continúan reaccionando a noticias económicas clave.
Uno de los principales motores de esta apreciación es la creciente cooperación entre Estados Unidos y México, lo que genera expectativas de un acuerdo arancelario beneficioso para ambas naciones. La posibilidad de reducir barreras comerciales fortalece la economía mexicana y mejora las perspectivas de los inversionistas. Además, el dólar presenta una tendencia a la baja en los mercados internacionales, reflejada en la caída del índice dólar en un 0.14%.
El entorno global también favorece al peso, especialmente por el apetito por el riesgo en los mercados financieros. La alta probabilidad de que el Congreso de EE.UU. evite un cierre de gobierno brinda estabilidad a los mercados, mientras que los posibles estímulos económicos en China y Alemania refuerzan la confianza de los inversionistas en las economías emergentes.
Sin embargo, persisten riesgos que podrían frenar la apreciación del peso. La incertidumbre sobre una posible guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea podría afectar el comercio global y tener repercusiones en la economía mexicana. Además, la política monetaria de la Reserva Federal sigue siendo un factor determinante, ya que decisiones sobre tasas de interés pueden impactar la fortaleza del dólar y, en consecuencia, el valor del peso.
En el corto plazo, si la tendencia actual del peso se mantiene, podría cerrar la semana con una ganancia de mas de 1.20%, lo que representaría un avance acumulado de más del 2.60% en marzo de 2025. Estos datos reflejan un desempeño sólido de la moneda mexicana, lo que podría generar oportunidades para inversionistas y empresas que operan en el comercio internacional. Un mayor flujo de inversiones extranjeras también podría contribuir a consolidar esta tendencia positiva.
En conclusión, la fortaleza del peso frente al dólar es un indicio de estabilidad y confianza en la economía mexicana. No obstante, es fundamental monitorear los acontecimientos internacionales que podrían modificar esta tendencia. La relación comercial con Estados Unidos, las decisiones de la Reserva Federal y la evolución del entorno global seguirán siendo factores clave en el comportamiento de la moneda mexicana en los próximos meses. En este contexto, la cautela y el seguimiento de los mercados serán esenciales para anticipar posibles cambios en la tendencia cambiaría.”
- Análisis de Antonio Di Giacomo, Analista de Mercados Financieros para LATAM en XS.
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