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Peso Mexicano destaca entre las divisas más resilientes en 2025

Tiempo de lectura: 2 minutos

El peso mexicano ha demostrado una notable apreciación en lo que va del 2025, registrando un avance de más del 3.5% frente al dólar estadounidense.

A pesar de episodios de volatilidad como el registrado el 19 de marzo, cuando la moneda alcanzó la zona de $20.08 por dólar debido a la expectativa sobre la política monetaria de la Reserva Federal, el peso se mantiene firme ante los desafíos económicos globales. Esto ha llevado a los inversionistas a considerar al peso como una de las monedas emergentes con mejor desempeño en el año.

Uno de los factores que ha contribuido a la estabilidad del peso es la postura estratégica del gobierno mexicano frente a las políticas arancelarias impuestas por la administración de Donald Trump. La presidenta Claudia Sheinbaum ha optado por un enfoque prudente, asegurando acuerdos comerciales que minimicen el impacto de las medidas proteccionistas. En este sentido, el acuerdo con los Estados Unidos  para exentar de aranceles del 25% a los bienes que cumplen con el T-MEC hasta el 2 de abril ha brindado un respiro a las exportaciones mexicanas, las cuales representan una parte crucial de la economía nacional. Este tipo de negociaciones ha sido clave para mantener la competitividad del país en el mercado internacional.

Además, las perspectivas sobre las tasas de interés han influido en el comportamiento del peso. Aunque se espera que las tasas de referencia en México sigan la tendencia de los rendimientos estadounidenses, la solidez macroeconómica del país y la confianza de los inversionistas han permitido que la moneda se mantenga relativamente fuerte. Sin embargo, analistas advierten que una posible corrección en los mercados de renta variable podría generar presiones a la baja en la divisa. En este contexto, el Banco de México podría ajustar su política monetaria para evitar fluctuaciones excesivas en el tipo de cambio.

A pesar de la resiliencia del peso, la incertidumbre económica global sigue siendo un factor clave en su desempeño. La incertidumbre generada por la falta de claridad en la política fiscal, arancelaria y geopolítica ha alcanzado niveles comparables con los registrados al inicio de la pandemia. Esta situación mantiene a los inversionistas en un estado de cautela, lo que podría traducirse en episodios de volatilidad en el mercado cambiario. No obstante, la estabilidad macroeconómica interna ha permitido amortiguar algunos de estos efectos negativos en la moneda mexicana.

Otro aspecto que ha favorecido la apreciación del peso es la solidez de las remesas y la inversión extranjera directa. México continúa siendo un destino atractivo para la inversión, gracias a su cercanía con los Estados Unidos y a su papel clave en la manufactura y exportación de bienes. Además, el flujo constante de remesas ha fortalecido la demanda interna y ha contribuido a estabilizar el tipo de cambio. El crecimiento del nearshoring también ha jugado un papel fundamental en la captación de capital extranjero.

En conclusión, aunque el peso mexicano ha logrado mantener una tendencia de apreciación en 2025, su estabilidad dependerá en gran medida de la evolución de los factores externos. La política monetaria de la Reserva Federal, la relación comercial con los Estados Unidos y la dinámica de los mercados globales seguirán siendo elementos determinantes en su desempeño. No obstante, la prudencia del gobierno mexicano y la resiliencia de la economía nacional son factores que continúan respaldando la fortaleza de la moneda frente a los desafíos internacionales. Se recomienda a los inversionistas seguir de cerca estos indicadores para tomar decisiones estratégicas en el mercado cambiario.” 

  • Análisis de Antonio Di Giacomo, Analista de Mercados Financieros para LATAM en XS

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