El peso mexicano (MXN) continuó presionado a la baja frente al dólar estadounidense (USD) por tercer día consecutivo, revirtiendo de hecho las ganancias que había logrado la semana anterior. Este debilitamiento sostenido se produce mientras el panorama económico mundial se enfrenta a una mayor incertidumbre derivada de las actuales tensiones comerciales de EE.UU. y los crecientes temores de una desaceleración económica más amplia.
A principios de esta semana, la cautela de la Reserva Federal de EE.UU. respecto a la futura política monetaria hizo temblar los mercados mundiales. Aunque la Fed reconoció signos de resistencia económica, se abstuvo de señalar recortes inminentes de los tipos de interés, citando las persistentes presiones inflacionistas y el impacto potencial de las disputas comerciales iniciadas por el expresidente estadounidense Donald Trump. Esta postura política ha creado un entorno de incertidumbre que es particularmente desafiante para las monedas de mercados emergentes como el peso mexicano, que son más sensibles a las fluctuaciones en el sentimiento de los inversionistas.
La reciente revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento económico de la Reserva Federal ha alimentado aún más las preocupaciones sobre una posible desaceleración económica. Reforzando esta perspectiva, el Presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, emitió una advertencia sobre los posibles efectos adversos de unas tensiones comerciales prolongadas sobre la marcha general de la economía. Esto es particularmente relevante para México, dados sus estrechos vínculos económicos con Estados Unidos. Cualquier desaceleración significativa de la actividad económica estadounidense se traduciría probablemente en una menor demanda de exportaciones mexicanas, lo que podría afectar negativamente a la economía mexicana y, en consecuencia, debilitar el peso.
De cara al futuro, los participantes en el mercado siguen de cerca una serie de indicadores económicos clave cuya publicación está prevista para la próxima semana. Entre ellos figuran datos cruciales sobre la actividad económica mexicana, las tasas de inflación y las ventas al por menor. Estos indicadores proporcionarán más información sobre la salud de la economía mexicana y la posible trayectoria del peso.
Además, se espera que la próxima decisión sobre los tipos de interés del Banco de México (Banxico) desempeñe un papel crucial en la configuración de las expectativas del mercado sobre el peso. Una decisión de Banxico de recortar los tipos de interés probablemente ejercería una presión a la baja sobre el peso, ya que reduciría el atractivo de la moneda para los inversores extranjeros que buscan mayores rendimientos. Por el contrario, si Banxico adopta una postura agresiva y mantiene o aumenta los tipos de interés, podría apoyar al peso al mostrar su compromiso con la contención de la inflación y el mantenimiento de la estabilidad financiera.
Más allá de estos factores, también influyen las preocupaciones económicas mundiales derivadas de la evolución de Asia y Europa. Los datos de crecimiento de China publicados hoy muestran una lenta mejora del sector manufacturero, pero también una creciente base de consumidores que adquieren cada vez más productos extranjeros. Esto puede ayudar al comercio mundial de México, aunque no es probable que influya directamente en la cotización del USDMXN debido a la fuerte correlación entre las relaciones comerciales entre EE.UU. y México.”
- Análisis de Quásar Elizundia, Estratega de Investigación de Mercados- Pepperstone
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