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Petróleo cierra a la baja por aranceles de Trump

Tiempo de lectura: 2 minutos

Los precios del petróleo experimentaron un leve repunte el viernes, pero no lograron evitar pérdidas acumuladas durante la semana.

El crudo Brent llegó hasta la zona de $67.00 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) alcanzó los $63.30 dólares. Estos valores representan caídas semanales superiores al 2.90% y 3.00%, respectivamente. El comportamiento de los precios refleja una combinación de factores, entre ellos, la creciente preocupación por un exceso de oferta a nivel global y las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo: Estados Unidos y China.

El mercado sigue de cerca las señales que podrían anticipar un mayor flujo de crudo. La alianza OPEP+, que agrupa a los principales países productores, podría acelerar el ritmo de aumento en la producción si considera que la demanda se mantiene estable o creciente. Esta medida, sin embargo, podría ejercer presión a la baja sobre los precios si no va acompañada de un crecimiento proporcional en el consumo. A ello se suma la posibilidad de un desenlace en el conflicto en Ucrania, lo cual abriría la puerta al retorno del petróleo ruso en mayores volúmenes al mercado internacional.

En el frente comercial, las señales mixtas entre Estados Unidos y China generan incertidumbre. Aunque recientemente China decidió eximir algunos productos estadounidenses de aranceles, este gesto no ha sido suficiente para disipar los temores de un nuevo deterioro en las relaciones bilaterales. La evolución de estas negociaciones es crucial, ya que un entendimiento entre ambos países podría estimular el comercio global y, por ende, la demanda de energía.

A nivel interno, Estados Unidos continúa mostrando señales de expansión en su capacidad de producción. El número de plataformas petroleras activas registró un ligero aumento, lo cual sugiere una expectativa de mayor oferta proveniente del país norteamericano. Este factor contribuye a reforzar las perspectivas de abundancia de crudo en el mediano plazo, lo que representa un desafío para mantener los precios en niveles elevados.

Los inversionistas también observan con cautela la evolución de la demanda, especialmente en economías desarrolladas que enfrentan señales de desaceleración. Un menor ritmo de crecimiento económico puede traducirse en una demanda energética más débil, lo cual refuerza el desequilibrio entre oferta y consumo. Esta percepción, junto con la tendencia de los países productores a maximizar ingresos mediante mayores volúmenes, configura un escenario de volatilidad.

Por otra parte, los movimientos especulativos en los mercados financieros también influyen sobre los precios del petróleo. En momentos de incertidumbre, los fondos de inversión y otros grandes actores pueden reducir su exposición al crudo, acelerando las caídas o amplificando las subidas. La percepción de riesgo global, el comportamiento del dólar y las expectativas inflacionarias son variables que interactúan con el precio del petróleo de manera compleja y constante.

En conclusión, el mercado petrolero se encuentra atrapado entre fuerzas opuestas: una oferta que tiende a crecer y una demanda sujeta a incertidumbres económicas y geopolíticas. Aunque el petróleo repuntó levemente al cierre semanal, los fundamentos actuales siguen apuntando a un entorno de presión bajista. Los próximos movimientos de la OPEP+, la evolución de la guerra en Ucrania y el rumbo de las negociaciones entre Estados Unidos y China serán determinantes para definir la tendencia de los precios en las semanas venideras.”

  • Análisis de Antonio Di Giacomo, Analista de Mercados Financieros para LATAM en XS.

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