El peso mexicano ha sorprendido a los mercados financieros al consolidarse como una de las monedas emergentes con mejor desempeño en lo que va del año 2025.
Esta semana, la divisa mexicana rompió la barrera de los $19.30 pesos por dólar, marcando su nivel más fuerte en meses y reforzando la confianza de los inversionistas en los activos denominados en pesos.
El principal motor detrás de esta apreciación es el debilitamiento del dólar estadounidense, que ha perdido fuerza a nivel global. Factores como la disminución de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y el renovado apetito por el riesgo han motivado a los operadores a buscar rendimientos en economías emergentes. Esta dinámica favorece a monedas como el peso, al tiempo que castiga al billete verde.
En el plano técnico, analistas del mercado señalan que la moneda mexicana rompió un soporte clave, lo que ha desencadenado una ola de compras técnicas. Tras dos sesiones consecutivas de ganancias, el tipo de cambio apunta ahora a probar la zona de $19.20 pesos por dólar, un nivel considerado como psicológico por su relevancia en el análisis técnico.
La próxima decisión de política monetaria del Banco de México genera grandes expectativas. El consenso del mercado anticipa un recorte de 50 puntos base en la tasa de referencia, a pesar del reciente repunte inflacionario. Esta medida buscaría estimular la economía local sin comprometer el anclaje de expectativas inflacionarias, en un contexto donde se privilegia el crecimiento.
Por otro lado, el índice dólar, que mide la fortaleza del dólar frente a una cesta de monedas, retrocedió más del 0.40% en los últimos días. Esta caída refleja el cambio en la percepción de riesgo global, influenciada por señales de distensión entre las potencias económicas y la posibilidad de nuevos acuerdos comerciales que brinden estabilidad al comercio internacional.
Adicionalmente, los compromisos de inversión desde Medio Oriente hacia Estados Unidos han servido como catalizador del optimismo en los mercados financieros. Estos flujos de capital, junto con una tregua arancelaria entre Washington y Pekín, permiten a los operadores vislumbrar un entorno menos volátil y más favorable para los activos de países emergentes como México.
En este entorno, el peso mexicano no solo se beneficia de factores externos, sino también de la percepción de que su banco central mantiene una política monetaria prudente y creíble. La combinación de fundamentos macroeconómicos sólidos, reservas internacionales robustas y una política fiscal responsable refuerza el atractivo del peso frente a otras monedas de la región.
En conclusión, la reciente fortaleza del peso mexicano refleja un equilibrio favorable entre factores internacionales y fundamentos locales. A medida que los mercados globales premian la estabilidad y la claridad en la política monetaria, México aparece como un destino confiable para la inversión en moneda local. Si se mantienen las condiciones actuales, la apreciación del peso podría continuar, consolidando su lugar entre las divisas emergentes más resilientes del año.”
- Análisis de Antonio Di Giacomo, Analista de Mercados Financieros para LATAM en XS.
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