El arranque de semana para el MXN se dio en un entorno global dominado por la “niebla” informativa del cierre del gobierno en EE.UU. o “shutdown”, que ya va en su sexto día y mantiene suspendidas publicaciones clave (empleo, consumo, inversión).
Para los mercados —y para Banxico— eso implica navegar con brújulas alternativas (encuestas privadas, nowcasts) y una prima de incertidumbre sobre el calendario de recortes de la Fed. La narrativa base sigue siendo de dólar con sesgo frágil por expectativas de recorte cercano, pero con volatilidad intermitente mientras no se despeje el cierre fiscal en Washington.
En ese telón de fondo, dos factores externos relevantes para el peso: (1) petróleo algo más firme tras un ajuste menor al esperado de la oferta OPEP+, lo que sostiene a la canasta de exportables y, al margen, el apetito por carry en LatAm; y (2) flujos hacia mercados emergentes que, si bien perdieron tracción en los últimos días, aún muestran un 2025 con apetito por riesgo en renta fija/FX de alto carry. Nada de esto elimina la sensibilidad del MXN a titulares del shutdown, pero sí le da “piso” táctico cuando el dólar global se debilita.
El frente de precios sigue siendo el ancla de la política monetaria: la inflación de la primera quincena de septiembre volvió a acelerar (3.74% anual; subyacente en 4.26%). Con ese telón y crecimiento tibio, el sesgo de Banxico es gradualista: reconoce holguras, pero no cede rápido en la subyacente. Para el peso, esto significa que el diferencial de tasas con EE.UU. continúa siendo un soporte, aunque cada titular del shutdown que mueva las expectativas de la Fed se transmitirá casi de inmediato al MXN.
Mirando los próximos días, el mapa de riesgos del MXN combina: (a) resolución o prolongación del cierre de gobierno estadounidense (b) la secuencia de datos locales — comenzando con la inflación y luego producción industrial— que confirmará si la economía pierde tracción; y (c) el pulso de commodities, con crudo sostenido pero con dudas de demanda que pueden limitar su efecto positivo en términos de balanza.
En suma: mientras la Fed siga encaminada a recortar y Banxico preserve un diferencial atractivo, el peso mantiene soporte; pero la visibilidad es baja y los shocks de titulares (shutdown) seguirán imponiendo un régimen de trading “headline-driven”.”
- Análisis de Felipe Barragán, Estratega de Investigación de Mercados- Pepperstone






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