Los intermediarios financieros no bancarios siguen ganando espacios en el mercado de crédito.
Como es público la próxima semana se llevará a cabo la convención de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (Asofom), una entidad que ha dado avances muy importantes para consolidar la institucionalización de lo que algunos han dado en llamar la banca paralela.
Las sofom son una figura que en solo seis años se ha consolidado como la parte visible de la banca de desarrollo al atender nichos que los bancos comerciales no han podido penetrar, y si me apura, en muchos casos siguen generando al sistema pérdidas.
Por lo pronto, le puede decir que la Asofom que preside Carlos Rahmane Sacal entregará buenas cifras y la convención en puerta permitirá reflejar que el microfinanciamiento tiene gran potencial.
Y es que las sofom en este año verán otro año de crecimiento de 30 por ciento al pasar de 47 mil millones de pesos a 63 mil millones de pesos cuando la banca comercial en el mejor de los casos tendrá una expansión en su cartera de 12 por ciento.
Rahmane Sacal ha gestado cambios en ese sector para que pueda competir con otros intermediarios en temas como evitar operaciones sospechosas que puedan vincularse al lavado de dinero, la capacitación de sus ejecutivos y en especial que se suban al Buró de Crédito con el objeto de tener un mejor conocimiento de su clientela.
La idea, como le digo, es promover que el sector se formalice ya que en México existen más de 2 mil 500 microfinancieras bajo diversas figuras cuando en la membresía de Asofom están 188 intermediarios.
La estrategia de las sofom ha sido enfocarse en el otorgamiento de créditos a micro y pequeñas empresas de los sectores construcción, turismo, manufacturero y agronegocios con mejores costos, aunque habrá que reconocer que en la medida en que el sector se profesionalice podrá acceder a mejores costos de fondeo.
De hecho la banca comercial ha comenzado a ofrecer fondeo a las sofom y algunas incluso han logrado emisiones de deuda lo que se ha podido reflejar en créditos en mejores condiciones para las empresas.
Incluso otro aspecto relevante ha sido el crecimiento en el capital de dichos intermediarios que solo en el último año pasó de 6 mil a 8 mil millones de pesos, lo que ha animado tanto a la banca de desarrollo como a la banca comercial a ofrecer fondeo a las sofom en mejores condiciones.