Por Rogelio Varela
Una entidad del gobierno que en los últimos años ha empujado el desarrollo de varias industrias es la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Fundada en el 2001 Cofepris es la encargada de prevenir y atender riesgos sanitarios, y a lo largo de los últimos 17 años ha logrado consolidar un grupo de técnicos que conocen a fondo el manejo de productos médicos, los relacionados con el cuidado de la salud e incluso su presencia se extiende al negocio de alimentos procesados.
Hasta ahora tanto gobiernos del PAN como del PRI han dado a Cofepris la libertad para que actúe en favor de la sociedad y han sido muy cuidadosos no sólo de laboratorios sino incluso en la gestión de instituciones de salud y comerciantes para que ofrezcan productos y servicios de calidad adecuada.
En consecuencia, la institución ha logrado gran credibilidad.
Empero, la Cofepris, de acuerdo con las leyes y reglamentos actuales, no cuenta con la autonomía y la libertad con que cuentan otras instituciones de su tipo como son la Comisión Federal de Competencia o la Comisión Federal de Telecomunicaciones.
En los hechos, la dirección de la Cofepris no es autónoma, ya que es el presidente y su equipo quienes deciden quién queda al frente, por lo que corre el riesgo de ser manejada por intereses partidistas ó facciosos, con ello perder la libertad de gestión y el trabajo que se ha hecho a lo largo de casi dos décadas.
Entre otros riesgos se encuentran la posible liga con laboratorios o comerciantes de medicamentos y de productos “milagro” que no cuenten con la calidad y la seguridad para el cuidado de la salud.
Por ello sería conveniente que los legisladores realicen el cambio necesario a las leyes para que esa institución pública se maneje con independencia de los políticos en turno.
Sólo de esa manera se logrará la continuidad en las acciones que lleva a cabo la Cofepris, y se evitará que los partidos políticos y los grupos de poder la utilicen en su propio beneficio y en perjuicio de la población.
La ruta del dinero
Se celebró ayer el Día Mundial del Reciclaje, fecha instituida por la UNESCO que busca promover la cultura del reciclaje y la responsabilidad compartida para preservar el medio ambiente. PetStar, un proyecto de 100 MDD de la Industria Mexicana de Coca-Cola, se suma a la conmemoración como la Planta de Reciclado de PET Grado Alimenticio más grande del mundo, ubicada en Toluca, Estado de México, al reciclar 3 mil 100 millones de botellas al año. La firma que dirige Jaime Cámara es referente mundial no solo por la capacidad de reciclar, sino también por desarrollar el Modelo de Acopio Inclusivo PetStar (MAIP), que propicia la movilidad social y promueve el reconocimiento y la dignificación de los más de 24 mil recuperadores con los que directa e indirectamente ha establecido una relación. Coca-Cola que comanda aquí Manuel Arroyo tiene como objetivo para 2030 recolectar y reciclar el equivalente al 100% de sus envases, en una campaña que han denominado “Un Mundo sin Residuos” (World Without Waste).