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Acuerdo Histórico OPEP+: Banorte

Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Banorte Ixe

  • Con la intención de brindar mayor estabilidad al mercado ante la caída en demanda la global y la amplia sobreoferta, la OPEP+ alcanzó un histórico acuerdo de recorte de producción anunciando ayer el retiro de 9.7 Mbbl/d a partir del 1° de mayo por un periodo inicial de 2 meses. Desde el 1° de julio hasta el 31 de diciembre de 2020 el recorte será por 7.7 Mbbl/d y del 1° de enero de 2021 hasta el 30 de abril de 2022 por 5.8 Mbbl/d
  • La extensión del acuerdo será revisada en diciembre de 2021 y se ha establecido una nueva reunión ministerial para el 10 de junio de 2020
  • Adicional a este pacto, EE.UU., Brasil y Canadá contribuirán con una reducción en su producción por 3.7 Mbbl/d (vía recortes por fuerzas de mercado) sumándose a 1.3 Mbbl/d de otros productores del G20
  • Este esfuerzo representa el mayor recorte colectivo en la historia y su magnitud refleja la dimensión del efecto negativo que la pandemia del COVID-19 ha resultado para el consumo energético global, al cual se sumó el mes pasado la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia derrumbando el precio de las referencias internacionales a niveles de 2002
  • Si bien la falta de un acuerdo detonaría presiones sustanciales a los precios del crudo, en nuestra opinión, estos encontrarán poco apoyo de corto plazo con un desbalance en el mercado aún en amplia sobreoferta. No obstante, más adentrado 2020 y en línea con un repunte en la actividad económica global, vemos niveles para un cierre de año del Brent en 40 US$/bbl

Impacto del Coronavirus sobre la demanda de petróleo. La actividad económica global ha sido fuertemente afectada por la propagación del COVID-19
lo cual se ha reflejado en una menor demanda mundial de petróleo al limitarse drásticamente la movilidad de personas para hacer frente a la rápida transmisión de la enfermedad, además del freno a la industria y un número de cadenas de valor en
forma simultánea. La emergencia sanitaria está golpeando a la economía global que estaba en la fase final del ciclo expansivo y ha generado un alto grado de incertidumbre en los mercados financieros ante lo cual las autoridades han recurrido a medidas extraordinarias de estímulo fiscal y monetario. Las
consecuencias de la pandemia son severas por lo que esperamos una afectación en el consumo, empleo, comercio, turismo, inversión y básicamente todos los
sectores. En este contexto, a principios de marzo, la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés) redujo su pronóstico para la demanda
mundial de crudo en 90 Kbbl/d a 99.9 Mbbl/d en 2020 cuando en febrero anticipaba un alza de 825 Kbbl/d. En línea con otras perspectivas de crecimiento
revisándose a la baja, la IEA probablemente continúe moderando sus estimados de consumo en los siguientes meses. El panorama para el sector energético, en el corto y mediano plazo, dependerá de la rapidez con la que los gobiernos puedan contener
la propagación y del grado en el que la actividad económica global logre encontrar espacio de recuperación sostenida. Este escenario dio lugar a un fuerte ajuste en los precios del petróleo en semanas pasadas, con el Brent alcanzando su nivel más bajo
desde 2002 en 22.74 US$/bbl el pasado 31 de marzo, reflejando también el deteriorado panorama de sobreoferta tras la ruptura del acuerdo de la OPEP+ el
pasado 5 marzo, detonando una guerra de precios entre de Rusia y Arabia Saudita.
Con este pacto, los productores de petróleo han logrado un acuerdo histórico en términos de la magnitud del recorte y número de participantes. Por parte de la OPEP+ se estarán retirando 9.7 Mbbl/d a partir del 1° de mayo por un periodo inicial de 2 meses. Desde el 1° de julio hasta el 31 de diciembre de 2020 el recorte será por 7.7 Mbbl/d y del 1° de enero de 2021 hasta el 30 de abril de 2022 por 5.8 Mbbl/d. La extensión del acuerdo será revisada en diciembre de 2021 y se ha establecido una nueva reunión ministerial para el 10 de junio de 2020. Adicional a
este acuerdo, EE.UU., Brasil y Canadá contribuirán con una reducción en su producción por 3.7 Mbbl/d (vía recortes por fuerzas de mercado) sumándose a 1.3
Mbbl/d de otros productores del G20. En el caso de México, se acordó un recorte de producción de 100 Kbbl/d desde los 400 Kbbl/d originalmente planteados por la OPEP+, diferencia que será cubierta por EE.UU.

El desbalance del mercado se ha manifestado en inventarios incrementado y podría agudizarse a pesar del acuerdo de recorte. Ante la ausencia de consumo
físico y altos niveles de producción prevaleciendo especialmente por parte de Arabia Saudita, Rusia y EE.UU. el nivel de inventario global ha conservado un
aumento sostenido observable al menos desde febrero. El choque de demanda podría alcanzar un orden de hasta 30 Mbbl/d a la luz de la falta de inflexión en los paros económicos globales –ampliamente asociados a las curvas de contagio del
virus– equivalente a cerca de un tercio del consumo diario mundial. En este sentido, dada la amplia disponibilidad de petróleo en los siguientes meses no es descartable que la estructura de recortes alcanzada ayer sufra ajustes para profundizar el retiro de más corto plazo, con un esfuerzo diplomático justificado
por salud empresarial y la posibilidad de cubrir los requerimientos presupuestarios de un número de países que, bajo precios actuales, distan de sus metas fiscales.

En línea con un repunte en la actividad económica, vemos niveles para cierre de año del Brent en 40 US$/bbl. El Brent se ha recuperado desde 22.7 US$/bbl
como mínimo el 31 marzo a 31.9 US$/bbl este lunes, aunque con un mercado tomando con reserva el anuncio del acuerdo dada la magnitud del desequilibrio que aún prevalece. Capturando este contexto, la curva de futuros se mantiene bajo un
profundo contango (precios spot menores a precios futuros) condición típica de sobreoferta, aunque bajo una dimensión consistente con la magnitud del desajuste actual. La falta de un acuerdo sin duda hubiera desencadenado presiones adicionales a los precios, aunque no vemos apoyo significativo derivado de este recorte en el corto plazo. Condicionado a un mejor dinamismo en la actividad
económica global, estimamos un cierre de 2020 para el Brent en 40 US$/bbl.