Por Rogelio Varela
Sorprendiendo a propios y extraños ayer el Banco de México daba cuenta del nivel récord de las remesas de divisas que ingresaron al país en marzo pasado.
El instituto central contabilizó para ese mes poco más de 4 mil millones de dólares, recursos que envían nuestros paisanos que trabajan al otro lado del rio Bravo, y que implicaron un salto en términos anualizados de 35 por ciento que aliviará la situación económica de miles de familias en nuestro país.
Las remesas para poder monetizarse en pesos requieren una contraparte que haga efectiva esas transferencias, un negocio que desde hace años han ofrecido Elektra y Banco Azteca.
No es un tema menor si pondera que en una historia de casi 70 años Grupo Elektra ha invertido en poner una amplia red de sucursales en las regiones más apartadas del país, donde como imaginará, no existen muchas oficinas bancarias.
Desde sus orígenes el objetivo de los llamados bancos tienda fue acercar a la gente, particularmente a quienes menos tienen, los servicios financieros, pero también bienes y servicios de primera necesidad en el hogar.
Esas entidades además han contribuido a la inclusión financiera que resulta la diferencia ahora que el gobierno federal buscará acelerar la entrega de apoyos crediticios por la pandemia.
Como le digo, Elektra de Ricardo Benjamín Salinas Pliego esta en lugares habitualmente olvidados por la banca y el comercio tradicional, lo que no exime que cumpla con las recomendaciones de la secretaria de Salud de Jorge Alcocer Varela, y que van desde sanitizar constantemente sus espacios, poner gel para clientes y empleados, y evitar aglomeraciones, como ocurre con el resto de la red del sistema bancario.
Pero la presencia de Elektra y Banco Azteca no se limitan a la entrega de remesas, añada servicios de telecomunicaciones que también resultan claves en la contingencia, y algunos bienes que en estos días han ampliado su demanda.
En estos días de encierro han crecido las compras de productos que han ayudado a las familias a sortear la contingencia, por ejemplo para llevar la educación a distancia ha crecido la compra de computadoras portátiles ó bien la venta de bicicletas y motos, que han permitido a las personas trabajar en los servicios de entrega de comida, medicinas y otros productos necesarios para que las familias eviten salir de casa.
Queda claro que los ataques contra Elektra son parte de la polarización que lamentablemente vive la sociedad mexicana, algo que en nada ayuda al combate de una pandemia que quizá se prolongue más allá de mayo, y que requiere que los bancos tiendas sigan operando para garantizar el acceso a recursos, como son las remesas.
La ruta del dinero
Entre las empresas mineras que se han sumado a la entrega de ayudas para combatir el COVID-19 anote a Newmont Peñasquito que para reforzar las medidas de prevención sanitaria en las 25 comunidades aledañas a su operación en el estado de Zacatecas hizo una segunda entrega de 2 mil paquetes de limpieza, que sumados a los primeros 3 mil que fueron donados a principios de abril, mejorarán las condiciones sanitarias de 5 mil familias en la zona del semi desierto zacatecano, y con ello seguir las recomendaciones básicas del sector salud para evitar la propagación del coronavirus.