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Consumo adelanta mejoría económica de EU: Banorte

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  • EE.UU. ha sido el país más afectado por la propagación del COVID-19
  • Los 50 estados han empezado a reabrir sus economías
  • Las cifras económicas mostraron un deterioro histórico en abril, mientras que los primeros datos de mayo muestran mejoría, aunque se mantienen débiles
  • Continuamos anticipando una fuerte contracción del PIB en 2T20, a pesar de algunas señales positivas de una potencial recuperación más rápida del consumo 
  • En este contexto, no esperamos cambios en la postura monetaria del Fed en la reunión del 10 de junio
  • Más adelante este año, esperamos cambios en el forward guidance y la implementación del control de la curva de rendimientos
  • A la propagación del coronavirus se han sumado otros eventos clave en los últimos días que podrían cambiar el resultado de las elecciones presidenciales de noviembre y vemos cada vez más probable un triunfo del demócrata Joe Biden
  • Adicionalmente, la relación entre China y EE.UU. se ha deteriorado de manera profunda, sumándose a los temas de preocupación

Estados Unidos ha sido el país más afectado por la propagación del coronavirus. Hasta hoy se han reportado 1,852,561 de casos de un total de 6,543,131 en todo el mundo. Mientras que, del total global de 386,581 lamentables defunciones, este país ha tenido 107,191. En este escenario, las medidas de contención implementadas para frenar la propagación del virus han tenido un impacto muy importante en la actividad económica, que mostró una contracción de 5.0% t/t anualizada en 1T20, mientras que los indicadores PMI mostraron caídas muy profundas en todos los sectores en abril.

Los 50 estados han empezado a reabrir sus economías. Derivado del alto número de contagios, EE.UU. al igual que la mayoría de los países en todo el mundo, empezó a anunciar medidas estrictas de distanciamiento social a partir de marzo, con prácticamente todos los estados implementando la orden de “stay at home” hacia el 7 de abril . Tras haber llevado a cabo dichas medidas por varias semanas, en estos momentos prácticamente todos los estados han empezado a reabrir, en alguna medida, sus economías.

La reapertura aún enfrenta riesgos ante la evolución reciente del COVID- 19. El daño económico que han generado las medidas de contención ha provocado crecientes presiones para reiniciar las actividades económicas a lo largo del país. A pesar de lo anterior, todavía hay estados que tienen un número elevado de nuevos casos y muertes, lo que sugiere un riesgo elevado de una aceleración de los contagios y/o rebrotes del virus a pesar de las guías a seguir en términos de higiene y distanciamiento. A su vez, esta situación podría significar un nuevo endurecimiento de las medidas de contención en el futuro cercano, lo que, de materializarse, nuevamente tendría un importante impacto económico.

Deterioro histórico en la mayoría de las cifras económicas en abril… Ante las medidas de contención, la actividad económica tuvo una contracción muy fuerte en abril, destacando un deterioro histórico en la mayoría de los indicadores:
(1) Las solicitudes de seguro por desempleo subieron abruptamente, ubicándose en 6.9 millones en la semana al 27 de marzo
(2) Se perdieron 20.5 millones de empleos, la mayor caída para un mes desde que se tiene historia de la serie en enero de 1939
(3) La tasa de desempleo subió a 14.7%, el máximo que se observa en la serie histórica, que inicia en enero de 1948
(4) El gasto personal real cayó en 13.6% m/m, la mayor contracción en la historia de la serie (1959)
(5) Las ventas al menudeo cayeron 16.4%m/m, la baja más pronunciada desde que se tiene historia de la serie en 1992
(6) Las ventas de autos tocaron un mínimo desde 1976, en 8.8 millones de unidades anualizadas
(7) La producción manufacturera se contrajo 13.7% m/m, un mínimo desde que se tiene historia de la serie en febrero de 1972
(8) El PMI manufacturero se ubicó en un mínimo de 36.1pts desde 48.5pts en marzo
(9) El ISM manufacturero se situó en 41.5pts en abril desde 49.1pts previo

…con una recuperación moderada en mayo, aunque permaneciendo la debilidad. Después de las fuertes caídas en abril, los primeros datos de actividad económica de mayo muestran una importante recuperación, derivada en buena medida, del relajamiento ya mencionado de las medidas de contención en los 50 estados. Hasta ahora, las cifras publicadas de este mes muestran una importante recuperación, aunque se mantienen débiles. Entre ellas, destacamos:
(1) Las solicitudes de seguro por desempleo han mostrado una baja importante en las últimas semanas, ubicándose en 1.9 millones en la semana que finalizó el 30 de mayo
(2) El reporte de empleo del sector privado ADP registró una pérdida de 2.8 millones en mayo, muy inferior a la baja de 19.6 millones plazas en abril y significativamente mejor que la expectativa del consenso
(3) El PMI manufacturero se recuperó en el quinto mes del año, aunque se mantiene en terreno de contracción, subiendo de 36.1pts previo a 39.8pts
(4) El ISM manufacturero repuntó de 41.5pts en abril a 43.8pts en mayo,
(5) Las ventas de autos y camiones avanzaron a una tasa anualizada de 12.2 millones de unidades en mayo. Sin embargo, las caídas siguen siendo muy fuertes, con Toyota reportando una baja de 26% con respecto al mismo mes del año anterior, mientras que las ventas de Honda bajaron 17% y las de Hyundai se contrajeron en 13%

Anticipamos una fuerte contracción del PIB en 2T20 a pesar de señales positivas sobre una posible recuperación más rápida del consumo. Todo lo anterior apunta a que se tocó fondo en abril y en mayo empezó a verse una recuperación que esperamos que continué en junio. A pesar de la recuperación en los datos económicos, el PIB habrá mostrado una muy fuerte contracción en 2T20. Por ejemplo, el Fed de Atlanta, con base en su modelo GDPNow, estima una caída de -53.8% trimestral anualizado, con datos al 4 de junio.
En este contexto, nosotros estimamos una contracción mucho más moderada en este periodo, igual a 28.9% trimestral anualizada. Dicho pronóstico estaría compuesto de una caída de 32.0% del consumo, una contracción de 29.9% en la inversión fija y reducciones de 28.4% y 18.5% en exportaciones e importaciones, en el mismo orden. Tras estas caídas, esperamos que las actividades se vayan normalizando de forma muy gradual, anticipando un avance del PIB en 3T20 y 4T20 de 2.5% y 3.4%, respectivamente. Con esto, el PIB mostraría una contracción en el 2020 de 6.1%.
Del lado positivo y otorgando cierto apoyo a nuestro pronóstico, creemos que existen condiciones para una posible recuperación del consumo más rápida de lo esperado. En este frente destacamos un repunte en la tasa de ahorro, la que tuvo un fuerte brinco a niveles de 33% en abril, derivada de un avance de 10.5% m/m en el ingreso personal producto del estímulo directo del paquete fiscal y de los beneficios pagados por desempleo, mientras que el gasto personal cayó 13.6% m/m. En nuestra opinión, las reaperturas podrían inducir un mayor incentivo a individuos y familias para incrementar sus niveles de gasto, especialmente si están acompañadas de noticias favorables sobre avances para encontrar una cura o vacuna, lo que ayudaría a reducir la incertidumbre.

En este contexto, no esperamos cambios en la postura monetaria en la reunión del FOMC del 10 de junio. Lo anterior debido a (1) Los recientes comentarios de miembros del Fed; (2) como ya comentamos, las cifras económicas de mayo parecen confirmar que se tocó un piso en abril en términos de desaceleración de la actividad económica; (3) el ritmo de compra de activos se ha ido moderando en las últimas semanas, en un entorno donde los mercados financieros se han tranquilizado, lo que apunta a que no se requieren compras adicionales; y (4) los miembros del Fed han reafirmado en repetidas ocasiones que no están contemplando un escenario de tasas de interés negativas.
En particular, sobre el primer punto, Jerome Powell en su última intervención el 29 de mayo, no dio señales de que modificarán su postura en la próxima reunión y que está cómodo donde están ahora, destacando también que el balance del Fed no se puede ir al infinito. Por su parte, el 27 de mayo, John Williams del Fed de Nueva York afirmó que, el fondo en términos de actividad económica se podría estar tocando entre mayo y junio, aunque no debemos olvidar que ha habido una caída extrema. Explicó que espera que el efecto del coronavirus sea deflacionario, lo que también fue sugerido en las minutas de la última decisión.
En cuanto al programa de compra de activos, el Fed anunció el 23 de marzo que se volvía ilimitado, lo que significó que las compras de bonos respaldados por hipotecas y de Treasuries no estaban sujetas a una fecha de término y se comprarían en los montos que fueran necesarios. En las últimas semanas, el banco central ha estado reduciendo sus compras de bonos del Tesoro bajo este programa. En este sentido, se espera que el ritmo vaya transitando a un programa QE más congruente con lo observado en episodios previos, entre US$80,000 millones y US$100,000 millones mensuales. Esto significa entre US$2,700 y US$3,300 millones diarios. Por su parte, se espera un monto mensual en compras de activos respaldados por hipotecas de entre US$25,000 millones y US$35,000 millones Actualmente, el balance del Fed se ubica en US$7.1 billones (ver gráfica, abajo), desde US$4.2 billones al cierre del año pasado, un avance de 70% en lo que va de 2020. En este contexto, no esperamos anuncios de nuevos esquemas para incrementar la liquidez, especialmente ante la relativa estabilización de los mercados financieros domésticos y globales.


Actualización del marco macroeconómico del Fed. Por su parte, cabe recordar que el Fed pospuso en marzo su actualización del marco macroeconómico hasta la reunión de la próxima semana, debido a la incertidumbre sobre el impacto económico del coronavirus. Esperamos que los estimados del banco central muestren una fuerte contracción del PIB en 2T20, probablemente cercana, aunque esperamos que menos profunda, que la expectativa del modelo del Fed de Atlanta, con una recuperación gradual en 2S20. Para la tasa de desempleo, algunos miembros del Fed han hablado de niveles máximos de 30%, pero creemos que su escenario base incorporará un alza a máximos de alrededor del 20%. Por su parte, ante la postura del banco central de que el impacto del COVID-19 es deflacionario, estimamos que anticipen niveles de la inflación abajo de 1.0%. Finalmente, en lo que se refiere al dot plot, esperamos que la gráfica incorpore la expectativa de los miembros del Fed de que no habrá cambios en la tasa de referencia en 2020 y 2021, en línea con nuestras expectativas. Por último y similar a lo realizado por otros bancos centrales, es posible que el Fed también se desvíe de su práctica usual y provea diferentes pronósticos con base en diversos escenarios que dependerían de supuestos relacionados a la evolución de la pandemia.
Hacia delante, en reuniones posteriores esperamos cambios en el forward guidance y control de la curva de rendimientos. Creemos que la nueva estrategia de comunicación podría significar cambios en el forward guidance, especificando que no habrá alzas en la tasa de referencia hasta que se llegue al pleno empleo y la inflación se ubique cerca del objetivo de 2.0%. Sin embargo, no vemos prisa por parte del Fed, ya que los mercados no descuentan un alza en la tasa de referencia en el corto plazo. Por su parte, también consideramos probable que en el futuro cercano se decida aplicar la herramienta conocida como control de la curva de rendimientos. En específico, consideramos que podría enfocarse únicamente en plazos consistentes con el forward guidance, en particular en la parte corta de la curva, utilizándola como una herramienta adicional para reforzar la credibilidad de la guía al futuro. Esto contrastaría con la estrategia seguida por Japón, en la cual se compromete a mantener la tasa de 10 años cercana a 0%. Por su parte, seguimos descartando un escenario de tasas de interés negativas.
A la propagación del coronavirus se han sumado dos eventos clave que podrían cambiar el resultado de la elección presidencial. Por un lado, la muerte de George Floyd, quien no portaba armas en el momento de su arresto, en manos de un policía de Minneapolis. Lo anterior ha llevado a fuertes protestas y manifestaciones a lo largo de todo el país, a lo que el presidente Trump ha reaccionado diciendo que desplegará al ejército si es necesario para hacer frente a la gente que se está manifestando en contra de la brutalidad policiaca. Aunque aún no es clara la autoridad legal que el Ejecutivo tiene para poder llevar a cabo esta acción, se habla de que podría invocar The Insurrection Act, una ley aprobada desde 1807 y que fue utilizada en 1992 en los disturbios en Los Angeles.
Por su parte, el otro tema que ha cobrado importancia nuevamente en los últimos días es el fuerte deterioro en la relación entre EE.UU. y China. Los temas de disputa son los siguientes, principalmente:

(1) El origen de la pandemia y la OMS. Trump ha acusado a China, criticando su falta de transparencia e insinuando que el país asiático pudo haber intentado encubrir la verdadera magnitud de la enfermedad. Trump anunció que suspendería el financiamiento de EE.UU. a la OMS
(2) Tenciones en Hong Kong. La asamblea nacional popular de China anunció su intención de aprobar una nueva ley de seguridad para Hong Kong, a lo que EE.UU. respondió diciendo que retirará el estatus de autonomía de este último
(3) Restricciones en la industria aérea. La normalización de los viajes aéreos entre ambos países es incierta, después de que EE.UU. dijo que restringirá a las aerolíneas chinas como respuesta a que Beijing ignoró las peticiones de reiniciar vuelos de compañías aéreas de EE.UU. que fueron suspendidos por la pandemia. Sin embargo, hoy China dijo que sí permitirá la reanudación de los vuelos
(4) Medidas impuestas por EE.UU. a la empresa china Huawei. Las medidas, reforzadas en mayo, incluyen planes para restringir la capacidad de la compañía y sus proveedores de utilizar tecnología y software desarrollados en EE.UU. para el diseño y producción de semiconductores, entre otras
La respuesta de Trump a estos eventos y la muerte de 100,000 personas debido al COVID-19 probablemente influirán sobre las probabilidades de que el presidente pueda reelegirse en las elecciones de noviembre. Mientras que, el candidato demócrata Joe Biden, si bien se había mantenido en relativo silencio, acudió a una iglesia en Delaware para escuchar a los miembros de esa comunidad sobre los casos de brutalidad policiaca. En este contexto, los últimos datos disponibles, tanto las encuestas como el mercado de apuestas, apuntan a un triunfo de Biden sobre Trump el próximo 3 de noviembre