Por: José Antonio Chávez
La frase del escritor argentino, Jorge Luis Borge de hay que tener cuidado al elegir a los enemigos porque termina uno pareciéndose a ellos, se apropia del escenario en que se descuartizan los partidos políticos mexicanos, ya en columnas anteriores le he comentado las dificultades que atraviesan el PAN, de Marko Cortés, y el PRI, de Alejandro Moreno.
De cara al próximo proceso electoral, en el que se juegan gubernaturas importantes, el pronóstico para sendos organismos partidistas sería sombrío de no ser por la enorme oportunidad que se les presenta en el panorama: MORENA comienza a convulsionar entre sus luchas intestinas.
Una designación de candidatos que es cuestionada y anuncia la salida de varios de sus más populares cuadros, como Susana Harp, que en Oaxaca ya presentó querellas ante el nombramiento de Salomón Jara, o en Durango, donde José Ramón Enríquez, ya apremió a “amarrar al tigre” por inconsistencias en el registro de sus abanderados.
Mientas se comprueba alguna irregularidad o se descartan fallas en los procesos, Mario Delgado, presidente de Morena, enfrentará enormes desafíos para mantener la cohesión en un partido, cuya herencia perredista se asoma entre danzas tribales.
En otro frente, Morena arriesga mayores rupturas por la intentona del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, de incriminar a José Manuel del Río, secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado y brazo derecho de Ricardo Monreal, en un crimen que a todas luces es inverosímil, no sólo por la falta de pruebas, sino por la defensa que el resto de los partidos políticos han emprendido contra el uso faccioso de la justicia.
Un partido que cuenta con diversas cabezas, pero con un solo líder, las grietas en varias de sus paredes anuncian la fractura que pondría en riesgo la continuidad de lo que se planteó como un proyecto de Nación, y ahí es dónde está por primera vez una gran oportunidad para los partidos de oposición.
Tanto PAN, como PRI, MC o PRD, enfrentan un panorama en que la división del partido del presidente podría representar un punto para tomar ventaja. Es decir, tienen dos salidas: Fortalecerse, cohesionarse y presentar cartas atractivas de cara a la elección y frente a un adversario que parece dividirse; o seguir en posturas débiles sin una oferta atractiva y creíble para el electorado, para mantenerse como una oposición que cada vez pierde más terreno.
Santas sorpresas en IEEM
No fueron anuncios por el Día de los Santos Inocentes, los que recibieron cinco directores y titulares de área del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), a quienes les pidieron entregar el puesto ayer 28 de diciembre, luego de que cuatro consejeras y el secretario ejecutivo de ese órgano electoral tomaron la decisión de removerlos, sin dar explicación alguna o contar con algún motivo de malos manejos o incapacidad de los funcionarios.
La desbandada obligada se sumará a que hasta el momento aún falta por nombrar a un miembro del Consejo, es decir, a meses de que arranque la elección en una de las entidades más importantes del país, el caos reina en el órgano encargado de organizar y vigilar los comicios.
Lo ligero se siente pesado
Derivado del “ligero incremento” en los casos positivos de COVID-19, el gobierno de Claudia Sheinbaum decidió posponer el concierto de los Ángeles Azules que se tenía programado para el próximo 31 de diciembre para celebrar Año Nuevo en la glorieta de la Palma, sobre Paseo de la Reforma.
La jefa de gobierno no dio a conocer cuándo se realizará el evento musical, tampoco si se tomarán medidas adicionales contra un aumento de casos que por más que se quiera soslayar, se siente más pesado que ligero. ¿Habrá medidas para el Metro, el transporte público y otros eventos masivos? Es pregunta a la ligera.