Por: José Antonio Chávez
El Presidente Andrés Manuel López Obrador sin duda perdió la noción de lo que puede provocar sus declaraciones en contra de periodistas que ha hecho en las tradicionales mañaneras, como el caso más reciente de Carlos Loret de Mola.
Tal vez el Presidente no quiere escuchar que sus llamados de odio contra Loret pueden ser utilizados por grupos ajenos a este gobierno como una especie de venganza que pueden llevar a fatales resultados.
Sus declaraciones contra Loret son una incitación a la agresión, si bien todos los Presidentes en turno (de cualquier partido) han sido represores, controladores o autoritarios para neutralizar a los periodistas y los medios de comunicación, López Obrador rebasó la línea, es el primero que lo hace en público.
Manda un mensaje negativo que deja vulnerable a Carlos Loret, nada tiene que ver si su información es buena o mala, vaya si no tiene bases en la revelación de la casa donde vivía el hijo del Presidente José Ramón, que acusa conflicto de interés, pues ahí están los tribunales, pero agredirlo públicamente es incitar a sus seguidores al linchamiento.
El Presidente debe entender el peso de sus declaraciones, no es un político cualquiera, es el Presidente de los mexicanos, es la figura que más debe ser respetada por su investidura, pero con este actuar parece más bien el jefe de la pandilla de Palacio Nacional.
Si bien el Presidente puede tener razón de criticar a su adversarios y sobre todo desnudarlos de los actos de corrupción y saqueos que hicieron al país, también en cierto que debe entender que agredir a los periodistas no es la ruta correcta, si no esta de acuerdo con el manejo informativo, pues ahí están los tribunales.
Que tan grave es que el Presidente exhiba e incluso agreda públicamente a sus adversarios, pues basta recordar el más reciente caso de la senadora Lilly Téllez que la acusó de estar orquestando con su llamado a faltarle el respeto en su visita al Senado en la entrega de la Medalla Belisario Domínguez.
La senadora a partir de ahí comenzó a recibir amenazas incluso hacía su hijo, un hecho vergonzoso que puso en riesgo su integridad física.
El Presidente reflexionó y actuó inmediato para hacer un llamado a sus seguidores de respetar a la senadora Lilly Téllez. Cuidadito con hacerle daño, hay que respetar. Con ello se calmaron las aguas.
Esa es la fuerza de sus palabras del Presidente, en consecuencia hoy estamos a tiempo de la reflexión para evitar siga atizando el fuego contra el gremio, Carlos Loret hoy es vulnerable porque todo el peso del Estado recayó en su contra, o alguien tiene duda. Ojalá se ponga punto final.
Son distractores para evadir la casona de Houston
Marko Cortés, líder del PAN lamentó que el Presidente busque este tipo de distractores para desviar la atención y evadir su responsabilidad en los conflictos de interés vinculados a la lujosa casona de Houston, donde vivía su hijo José Ramón, propiedad de un empresario petrolero que, por cierto en 2021 recibió los contratos con mayor cifra de PEMEX a las anteriores otorgadas en sexenios de Peña Nieto y Felipe Calderón.
Sin voto opositor, no hay reformas
Pues parece que los pelitos de Morena y el Presidente López Obrador contra los opositores del PAN, PRI, PRD y MC tendrán que marcar una tregua porque si no será muy difícil, como dice l líder del Senado, Ricardo Monreal aprobar las reformas constitucionales.
Monreal volvió a repetir que sin el voto de ellos, la oposición no se podrán aprobar las reformas sobre todo la Eléctrica que está en puerta.
Se requieren de los dos tercios del Congreso y Morena con sus aliados no los tiene, en consecuencia el líder de los senadores adelantó que definitivamente esa reforma tendrá que sufrir algunos cambios o modificaciones si se quiere aprobar.
El mensaje es más que claro sobre todo para los que le artizan al que manda en Palacio Nacional para que contemplen que si siguen de necios y aferrados de no hacer cambios, pues simplemente no habrá reforma.
Nuevo hospital de IMSS en Tula
Ayer el director del IMSS, Zoé Robledo visitó el área del terreno junto con funcionarios de PEMEX en Tula, Hidalgo para la construcción de un nuevo hospital. Es un terreno en proceso de donación que permitirá edificar el nuevo complejo que duplicará las camas y una capacidad de servicios. Permitirá dar mayor cobertura a los derechohabientes, además de recortar tiempos de espera y con mayor capacidad de personal médico.