El peso mexicano bajó el martes, lastrado por las decepcionantes cifras de inversión fija y las crecientes preocupaciones.
El índice IMFBCF de febrero subió sólo un 0,1% intermensual, un modesto repunte tras la fuerte caída del 1,5% de enero y muy por debajo de las expectativas.
En términos anuales, la inversión cayó un 6,0%, lo que pone de manifiesto la persistente debilidad de la formación de capital. La caída de las importaciones de maquinaria y equipos sugiere que las empresas mantienen la cautela ante la incertidumbre del comercio mundial, lo que podría obstaculizar el crecimiento a medio plazo y reforzar la presión a la baja.
En el primer trimestre, los ingresos por exportaciones de petróleo cayeron a su nivel más bajo en 35 años, lo que empañó aún más la confianza. La debilidad de los precios mundiales y la reducción de los volúmenes de envío redujeron las entradas de divisas, exacerbando las vulnerabilidades externas. Al mismo tiempo, el Ministerio de Finanzas dio a conocer un plan de estímulo centrado en la contratación pública y la sustitución de importaciones, que podría respaldar la confianza y la moneda.
De cara al futuro, los inversores seguirán de cerca las publicaciones de esta semana sobre la inflación y la confianza de los consumidores. Además, la decisión de la Reserva Federal del miércoles podría ser crucial. Un tono agresivo de la Fed podría pesar sobre el peso mexicano.”
- Análisis de Quásar Elizundia, Estratega de Investigación de Mercados- Pepperstone
Sé el primero en comentar