El robo se ha mantenido en los últimos 3 años como el delito de mayor incidencia, a nivel nacional en sus diferentes tipos, entre los que han sobresalido el robo a comercio, el robo a transeúnte, el robo de autos, el robo a casa habitación, el robo a banco, el robo a automovilista, el robo a transporte público, el robo a transportista, el robo a cuentahabiente y el robo a empresa, en los primeros diez lugares.
Tan solo, en una empresa o comercio, el robo se comete no solamente por un externo que elija el lugar al azar o que, en complicidad con un empleado, conozca los movimientos y pormenores del negocio, sino también por internos que en un ¡70% de los casos! cometen el famoso robo hormiga, en un 20% de los mismos en complicidad con proveedores o clientes (es el colmo) y que, en general, ocasionan pérdidas desde el 10% en inventarios.
¿Razones? Tantas como personas existen, ya que cada ladrón roba por situaciones diferentes. Entre las más comunes: ambición y avaricia, venganza personal o resentimiento social, por necesidad, por un denominado patrón de comportamiento, por modus vivendi, por travesura, para conseguir dinero para pagar drogas, para ser aceptado en una banda y en casos muy específicos, por cleptomanía.
Por lo tanto, hay ladrones profesionales y otros que no lo son, que son primerizos o espontáneos, pero que con el paso del tiempo, del robo van pasando a otros delitos, a pesar de que hayan comenzado por curiosidad, por gusto o para cubrir gastos que otros no deberían enterarse, como es el caso de drogas en la mayoría de los adolescentes y jóvenes.
Pero así, de ser ladrones primerizos también pueden llegar a convertirse en profesionales, como en el caso de los ladrones de tiendas, de los famosos farderos, que actualmente ya no suelen actuar de forma individual, sino que ya están organizados y que atraen a adolescentes, ya que el ser menores de edad, tienen mayores consideraciones legales.
Por otra parte, con la incertidumbre económica, la violencia social, el desempleo y el desorden policiaco que existe en todo el país, el robo ha encontrado mayores posibilidades para ser cometido.
Por ello, insistimos en que deben tomarse y aplicarse medidas de prevención para el robo en general, pero no dejarlas solamente a las que las autoridades puedan tomar, sino también a nivel particular, ya que los primeros robos pueden darse desde la casa, la adolescencia y más si es para pagar el consumo de una droga.
El poder detectar oportunamente posibles conductas delictivas permitirá, en el seno familiar, evitar la gestión de un nuevo delincuente o al descubrirlo, participar en la corrección y en la denuncia del mismo, algo que pocos hacen, pero que otros toman conciencia de la gravedad del asunto, como la nota de ayer en la que una señora entregó “por su bien” a su hijo a la policía, después de haber asaltado a pasajeros de un trasporte público, ya que ella no había podido controlarlo y estaba cansada de esa vida nociva para su hijo.
En fin, el robo, como delito menor, puede ser tan solo el comienzo de una serie de delitos mayores, por lo que es muy importante y necesario prevenirlo.
Recomendaciones para prevenir el robo en general:
• En empresas y comercios, certifique a su personal, establezca políticas y sanciones precisas para quienes sean sorprendidos cometiendo un delito o siendo cómplices del mismo. De ser posible, instale sistemas de videovigilancia con un monitoreo constante de ellas. En el caso de una empresa también considere la importancia de los sistemas de intrusión y contrate solamente seguridad profesional privada, muy útiles en la prevención del robo hormiga.
• En cuestiones particulares, es básico mantenerse alerta en todo momento sobre todo al caminar en la calle, manejar o tomar algún transporte público, no se distraiga. También evite lugares y/o unidades poco iluminadas. Procure llevar consigo solo el dinero o tarjeta que utilizará. No proporcione información a desconocidos. Si acude a retirar dinero, prefiera utilizar los cajeros que estén dentro de tiendas o centros comerciales y si lo hace en el banco, esté al pendiente de la transacción y de que no lo sigan.
• En el caso específico de casa habitación, cierre perfectamente puertas y ventanas antes de salir, certifique al personal que labore con usted, no comparta copias de llaves con ningún tipo de personal, no comente con extraños datos personales ni rutinas e ilumine las áreas de acceso a su hogar, ya sea con luces permanentes o de sensores. Si es posible, instale un sistema de alarma conectado a una central de monitoreo y si sale de viaje, sea lo más discreto que pueda.