Hace cuatro años que se inició la crisis en el sistema financiero mundial y aún vemos implicaciones de la misma en diversos países. Somos todos testigos de los eventos que se han dado en países como Grecia y los impactos que están sufriendo otras economías de la comunidad europea. México evidentemente no ha sido inmune a los eventos económicos internacionales y aun cuando se han mostrado signos de mejora, pareciera que hay muchas historias por contar.
La banca mexicana, además de jugar un factor importante en la recuperación económica, también es un jugador clave para generar confianza de inversionistas. La solidez del sistema bancario mexicano es un punto de referencia para muchos inversionistas. Sin lugar a duda México ha manejado políticas sanas de regulación y los bancos tienen bien entendida esta importancia.
Un indicador clave de la solidez bancaria son los índices de capitalización que mantienen los bancos. Conforme a información emitida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), todos los bancos que operan en México reportan al 31 de diciembre de 2011 índices de capitalización muy por arriba de nivel mínimo del 8%. Incluso los seis bancos con mayor operación en México están por arriba del 15%. Esto genera certidumbre dado que refleja un sistema bancario sólido y que las probabilidades de repetirse la crisis bancaria que vivió el sistema financiero mexicano en el siglo pasado son menores.
Otro factor que hemos visto diferente en el inicio de este siglo es el relacionado con la sana política económica que se ha manejado en el país. El mantener las tasas de interés de referencia en niveles bajos ha generado muchos beneficios a la actividad bancaria. Si bien en cierto, esto ha tenido un impacto directo en los rendimientos que ofrecen los bancos a sus cuentahabientes. Por otro lado ha permitido que las tasas de interés por los préstamos también se mantengan en niveles razonables.
Uno de los impactos importantes que se sufrió en la crisis de los noventa fue el incremento desmedido de las tasas de referencia, lo cual generó que la actividad crediticia se detuviera por completo considerando las altas tasas de interés de los créditos referenciados a dichas tasas. En virtud de que la actividad crediticia ha podido continuar en esta época de crisis ha sido un factor fundamental para lograr mantener los índices de consumo y de actividad comercial.
Conforme a la información estadística del sector bancario al 31 de diciembre de 2011 que emite la CNBV, se muestran algunos factores interesantes que se comentan a continuación:
Cartera crediticia: La cartera crediticia de los bancos en México creció durante 2011en 15.7%, lo cual muestra una actividad crediticia por parte de los mismos. Sin embargo, aun se ve una concentración de la misma en seis instituciones financieras que mantienen el 80% de estos activos al 31 de diciembre de 2011. Del total de cartera crediticia del sistema bancario, 46% corresponde a créditos comerciales con 16% de incremento y 20% a créditos al consumo con 25% de incremento. Se puede resaltar el interés que están mostrando los bancos en la colocación de los préstamos al consumo.
Captación total: Los saldos de los depósitos recibidos por los bancos crecieron durante el 2011 un 8%, mostrando un incremento tanto en el número de depositantes como en los saldos promedio de los mismos. Al igual que la cartera, se ve una concentración de las mismas en seis instituciones financieras que mantienen el 80% de la captación bancaria. Del total de los depósitos recibidos por los bancos, 56% se mantiene en depósitos de exigibilidad inmediata. Éstos muestran un incremento durante el 2011 del 13.65%, sin embargo se observa que los depósitos a plazo se mantienen estables contra los reportados en 2010. Esto pareciera ser como consecuencia de las bajas tasas de interés ofrecidas en depósitos a plazo en donde aparentemente los depositantes han concluido que los rendimientos no han logrado ser atractivos contra el costo de mantener restricciones de uso en sus recursos.
Índices de morosidad: Los índices de morosidad, definidos como la relación que existe entre la cartera vencida entre la cartera total, han mostrado un comportamiento estable durante el 2011. Las principales instituciones financieras no han mostrado movimientos preocupantes e incluso en algunos casos reflejan mejoría en los mismos. Esto manifiesta un factor interesante de la calidad del portafolio que mantiene la clientela bancaria.
A expensas de que se puedan ampliar aún más los análisis de la información estadística publicada por la CNBV al 31 de diciembre de 2011, pareciera que la actividad bancaria en México ha mostrado factores de solidez y de actividad a cuatro años del inicio de la crisis mundial.
Evidentemente, todavía existen muchas áreas de oportunidad para el sector financiero, como una mayor penetración de los servicios bancarios fuera de las principales ciudades del país, un mayor acceso a los créditos a las pequeñas y medianas empresas y si el índice de penetración de créditos bancarios ha sido suficiente para las necesidades económicas del país.
Por otro lado, se han visto avances importantes en los productos bancarios ofrecidos. Sin embargo, existen nichos de servicios que ya son ampliamente explotados en otros países, como los sistemas de pagos móviles a través de celulares, dispositivos electrónicos, etc. Independientemente de esto, la buena noticia es que la sana práctica bancaria en México puede ser tomada como ejemplo por otros países.