Conectar las cosas, en realidad no tiene que ver únicamente con tener Internet en mi celular…
El Internet de las cosas o también conocido como el Internet of Things (IoT) es un concepto donde se conectan personas, cosas, datos y procesos, para generar una respuesta automatizada donde los elementos se comportan como un sistema.
Sin embargo, debemos definir mejor el concepto. La telemedicina, no es un ejemplo de IoT por sí solo, el decir que se va a dar una consulta a través de Internet y no será necesario que un paciente se traslade al hospital de una gran ciudad.
¿Por qué no es IoT? Porque lo que se propone con esto es una sesión de video conferencia de forma remota. Para que lo podamos considerar como IoT, tendríamos que conectar un aparato médico de medición tanto al paciente como a Internet, de tal forma que se generen datos y se puedan modificar uno de los procesos involucrados en la atención del paciente, como puede ser que al llegar a un umbral de palpitaciones del corazón, número de respiraciones por minuto, etcétera, se disparara una alarma con la que un doctor vaya a sitio o se suministre un medicamento de forma automatizada.
El control de semáforos es un claro ejemplo de lo que sí es el IoT.
¿Por qué es considerado IoT? El que una persona utilice una aplicación en su dispositivo móvil permite que un sistema procese esos datos, los relacione y éste ejecute un algoritmo que mande una señal de control, permitiendo que los semáforos sean más rápidos o más lentos en alguna dirección determinada dependiendo del flujo. Aquí se conectan la persona y un dispositivo que está también conectado a Internet, generando información y modificando un proceso.
En México lo que se necesita es que la gente esté conectada a través de Internet y ofrecer conectividad en cada rincón del país. ¿Está de acuerdo?
La respuesta a la pregunta anterior, de manera general, será seguramente que no -¡y es muy válida! Es suficiente con visitar el sureste del país para darse cuenta de que las necesidades existentes son más básicas y van desde proveer agua, dar vivienda digna, ofrecer transporte, educación, seguridad, construir hospitales. Sin embargo, al hablar del Internet de las cosas, no creo que debiéramos pensar que hay que resolver todos los retos anteriores para empezar a desarrollar la conectividad que requiere el país y nos permita un mejor desarrollo, recordemos que siempre hay un costo de oportunidad, el ¿qué perdemos o ganamos? Va desde un impacto en el ambiente, generación de nuevas fuentes de empleo y de nuevos servicios para las comunidades, incluso la propia comunicación que puede establecerse a través de centros comunitarios donde además se abre una ventana de oportunidades para el aprendizaje, por mencionar algunos ejemplos.
Conceptos como el IoT benefician únicamente a compañías que tienen un conjunto de soluciones que se pueden ofrecer empaquetadas. Esto les ayuda a diferenciarse de su competencia.
La realidad es que actualmente no hay un proveedor de tecnología que integre todos los elementos de una solución de IoT. Son tan diversos los campos en donde se puede aplicar que se requieren especialistas de diversas áreas, así como proveedores de mercados y verticales muy específicos.
También se necesitan integradores que hagan funcionar las soluciones como un sistema, con los retos que implica en términos de soporte, mantenimiento y conocimiento.
El IoT es para las grandes ciudades y las empresas que tienen procesos bien establecidos.
Un ejemplo muestra que esto no es así. Un simple sensor puede propiciar un cambio y no se está hablando de una gran y moderna ciudad, sino de la naturaleza ¡Sí! Las abejas estaban dejando los colmenares y no se sabía por qué, esto estaba produciendo un impacto grave en el campo ya que las abejas ayudan a la polinización, al alejarse sin razón las abejas se separan, lo que hace que se confundan y mueran. ¿Esto se debe a humedad, temperatura o fertilizantes?
El monitoreo a través de sensores en los colmenares que estén midiendo temperatura y humedad, pasa datos a un sistema que evalúa si las condiciones son óptimas y permite a los investigadores tomar decisiones de cuidado con las abejas para evitar estas migraciones que previamente no tenían explicación con tal detalle.
Las aplicaciones de colaboración no forman parte del proceso en el IoT
Las API´s permiten que herramientas de mensajería reciban o envíen información disparadas por un sensor o un proceso, que relaciona un dato y se lo hace llegar a una máquina o persona, ejecutando una acción; todo de manera integrada. De aquí surge la relevancia de la integración cuando se toma la decisión de que un cliente de colaboración se va a implementar de forma corporativa. El esfuerzo va más allá de cuál dispositivo manda mensajes de texto o cuál hace llamadas con video, en realidad la implementación debe permitir un alto nivel de integración.
Ejemplos puede haber miles. Si retomamos el tema de la naturaleza, podemos considerar todo lo que actualmente ocurre con el cambio climático y sus efectos en los animales y las plantas. Afortunadamente, hoy tenemos herramientas que, bien utilizadas, pueden ayudar a minimizar este impacto. Las aplicaciones de colaboración, drones, sensores de movimiento o de humedad, y termómetros, trabajando de manera integrada, son los ojos y oídos que hemos desarrollado gracias a la tecnología. Día con día los perfeccionamos para hacerlos más precisos y estos nos ayudarán a establecer nuevas formas de conocimiento, y también a mantener por más tiempo el mundo en el que vivimos.