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Bancos de medios digitales: La tecnología al servicio de la creatividad.

Tiempo de lectura: 3 minutos

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No es exagerado decir que todas las personas que alguna vez han hojeado una revista, leído un periódico o visitado una página Web, sin excepción, han puesto la mirada sobre alguna fotografía proveniente de un banco de imágenes. Este concepto es ampliamente conocido por los profesionales de la industria editorial, el diseño gráfico y, naturalmente, por los fotógrafos profesionales, quienes proveen de material gráfico a dichos repositorios; sin embargo, aquello que alguna vez fue de uso exclusivo de las grandes casas editoriales, gracias a las nuevas tecnologías — incluyendo la fotografía digital e Internet— ha llegado ser una herramienta de uso común entre usuarios finales.

Antes de 1880, los periódicos se valían de hábiles ilustradores para agregar contenido gráfico a sus historias, quienes debían realizar dibujos de líneas que pudieran ser impresos usando la tecnología de la época. Esto dio un giro gracias a la invención del “Medio tono”, un método mediante el cual era posible reproducir fotografías para su impresión, a través de una fina trama de puntos; lo que abrió un nuevo mundo de posibilidades gráficas para las publicaciones.

Hacia el año de 1920, la industria editorial a nivel mundial experimentaba un crecimiento enorme y en un afán por reducir los costos de producir imágenes de uso exclusivo, nació el modelo de “Fotografía de Stock”, donde fotógrafos y agencias especializadas ofrecían una vasta colección que los editores podían comprar para hacer más atractivas sus historias, sin tener que enviar a alguien a plasmar el Everest o el Taj Mahal, por ejemplo. El siguiente gran avance ocurrió en 1945, cuando Charles Gibbs-Smith ideó una manera de catalogar el archivo completo de retratos del Victoria and Albert Museum, en Londres, usando un sistema de palabras clave, mismo que fue adoptado por todos los bancos de imágenes a nivel mundial y aún se emplea actualmente.

Fotos de uso libre

En las décadas siguientes proliferaron las agencias de fotografía de stock, sin embargo, fue hasta 1990 cuando la tecnología dio un giro a esta práctica. En 1991, gracias al uso del CD-ROM, surgió el concepto de “Royalty Free Images” o “Fotografías libres de regalías”. Las empresas ahora podían ofrecer discos repletos de imágenes agrupadas por temas específicos, con la ventaja para el comprador de poder usarlas para cualquier fin y las veces que deseara, sin tener que pagar nuevamente. Naturalmente, dichos discos eran elegidos mediante un catálogo impreso y ordenados por correo. El nuevo modelo, basado en fotografías digitales fue aceptado de inmediato y para 1995 arrancaba el primer sitio web para descarga de material gráfico, dando lugar a una nueva evolución de los bancos de imágenes.

La actualidad de los bancos de imágenes
Hoy en día, los bancos de medios (fotos, vectores, música y video) son una herramienta fundamental para millones de creativos, editores, diseñadores tanto gráficos como Web; asimismo, existe un número creciente de empresas de medios digitales libres de regalías, tanto de paga como gratuitos.

En esencia, los servicios gratuitos ofrecen un determinado número de archivos y cada semana agregan una mínima cantidad éstos. Por otra parte, los bancos de paga cuentan con una vasta colección y su modelo de negocios va desde el micropago por una sola imagen, hasta modelos de suscripción mensual o anual, donde el usuario puede descargar una cantidad establecida de imágenes durante el periodo contratado. Uno de los ejemplos más representativos de este modelo de negocio es Shutterstock, empresa fundada en 2003, que actualmente cuenta con un acervo de más de 90 millones de archivos que incluyen fotos, imágenes vectoriales, clips de video y música.

Hasta marzo de 2016 contaba con más de 100,000 proveedores de material y una base activa de suscriptores superior a 1.4 millones de usuarios.

La pieza clave de Shutterstock
Con la transición del CD-ROM como medio de distribución hacia un modelo totalmente basado en la nube, se hizo indispensable para las empresas como Shutterstock contar con infraestructura de redes capaz de soportar el constante tráfico desde y hacia sus servidores, ya que, a través de ella transitan imágenes de la más alta resolución, necesarias para las publicaciones impresas, así como, videos en formato 4K los cuales superan 1GB por cada 30 segundos de duración. Asimismo, la empresa recibe diariamente más de 2.5TB de material producido por sus colaboradores.

Una pieza clave en la satisfacción que Shutterstock brinda, tanto a sus clientes, como a sus miles de proveedores de contenido, es la arquitectura Metafabric de Juniper Networks, la cual ofreció una solución escalable para su red de centro de datos de alto rendimiento, construida en una estructura abierta que proporciona un alto nivel de automatización y programabilidad. Esta arquitectura permite a Shutterstock escalar rápidamente su red y adoptar ágilmente nuevas aplicaciones y tecnologías, incluyendo SDN (redes definidas por software), según sea necesario para su negocio.

“La consistencia, flexibilidad y apertura de la plataforma de Juniper, permite a nuestros desarrolladores realizar su trabajo sin restricciones de la red.” – Chris Fischer, vicepresidente de Operaciones de Tecnología, Shutterstock